Expresar indignación con cordura parece materia difícil. Sin embargo es necesario mantener la calma para hacerse entender. Nos hemos pasado todo el 2009 leyendo, escuchando y viendo como se desplomaba el Euribor, y también la economía.
La historia dirá que la crisis mundial se llevó consigo muchas entidades financieras (en realidad ya tenían problemas por incapacidad o malos manejos de sus finanzas), pero por sobre todas las cosas arrasó con seres humanos que incrementan una fría estadística que habla de la tasa del paro, pero que ha destrozado familias y sueños.
Lo cierto es que la mayoría de nosotros ha pagado por la crisis, sin distinción de raza, color, religión y bolsillo, excepto quienes han originado semejante desastre. ¿Por qué? Es fácil entender, porque los creadores de esta enfermedad, son los médicos que pretenden curarla, y los pacientes, no saben si es mejor el padecimiento o el remedio.
Mientras pudimos, disfrutamos de la fiesta, pero cuando las luces empezaron a apagarse y el licor escaseaba, comenzamos a sufrir los signos de la resaca, y los dolores de cabeza afloraron. Muchos de los hipotecados, padecieron durante mucho tiempo un Euribor alto, que no hizo más que encarecer nuestra deuda, pero teníamos trabajo.
Ahora, paradójicamente, el Euribor vive mínimos históricos, las hipotecas se abaratan, los inmuebles sobran, pero no tenemos ni dinero, ni trabajo para sustentar nuestra vida. Sin embargo, nos cansamos de leer que los préstamos hipotecarios se han abaratado, que en cada revisión la cuota es menor, y que es el momento de buscar financiación ya que la banca está desesperada por ubicar su stock.
Verdad ha medias, y casi una mentira, las hipotecas no se han abaratado, y las entidades no se rinden a los pies de los clientes, sino que sucede los contrario. Muchos bancos y cajas no prestan, o exigen demasiado, y otros, «aprietan» a quienes tienen su hipoteca allí, sin importarles la situación de cada familia.
Pero como la banca no tiene sentimientos, y con la complicidad, muchas veces de quienes deben velar por el cumplimiento de la Ley, nos mienten con publicidad engañosa y con un bombardeo de información que debe leerse desde el vaso medio lleno, pero también desde el medio vacío.
La aplicación de los tipos de interés mínimos o también denominado suelo hipotecario no ha hecho más que defender a la banca de la bajada del Euribor, entonces las hipotecas no son tan baratas. La situación es la siguiente: te prestan a Euribor + 0,50% pero en la letra pequeña te venden un mínimo de 3%. ¿Nadie hará nada al respecto?
Yo sigo insistiendo, la unión hace a la fuerza, pero no solo a través de las palabras, sino que los hechos son fundamentales, debemos exigir un Euribor barato, porque cuando se encarezca, ya será tarde, y nuevamente pagaremos caro, pero esta vez que la mala suerte de no tener el dinero necesario para afrontar este gasto.
Una vez escuche una frase que decía que la banca es capitalista en las ganancias, y socialista en las perdidas, nosotros debemos entender que las leyes deben ser como el agua, insípidas, incoloras e inodoras y creo que estamos hundiéndonos en aguas turbias.
¿Exigimos un Euribor barato?… ¿y por qué no exigir que tanto membrillo como hay por ahí suelto se lea los contratos antes de firmarlos?… ¡lo que hay que oir!
Me parece un artículo justo. Es necesario que alguien lo diga alto y claro. Los bancos han engañado a muchos clientes y lo seguirán haciendo mientras las cosas no cambien y de echo no cambiarán.
Es una vergüenza que estos politicuchos, los de antes, los de ahora y, con toda seguridad, los de mañana, no hagan nada. ¡Es delictivo!
Un saludo cordial.
Y ¿de qué te vale leer el contrato? Yo me leí mis escrituras y firmé muchas cosas que no me gustaban, pero qué hago, ¿me quedo sin hipoteca? Porque el banco lo tenía muy claro, son lentejas, si quieres las comes y si no…