Cuando nos encontramos en una edad joven, pocas veces son las que pensamos en crear un fondo para el retiro, pero muchos lo hacen, y siempre les gustaría aumentar el porcentaje de inversiones de ingresos fijos en sus cuentas de retiro.
Un buen punto para sacarle jugo a la cartera es rebalancear. Esta palabra indica algo que se debe hacer periódicamente para mantener las colocaciones de acciones y bonos más adecuadas a largo plazo. Las altas y bajas de los mercados financieros naturalmente modifican las proporciones del portafolio a medida que distintas inversiones generan rendimientos desiguales.
La idea detrás de rebalancear es llevar de vuelta al punto objetivo. Lo que en pocas palabras sería un reinicio de colocación de activos.
En este sentido, puede ocurrir que se posea una estrategia en vigor, pero optar por cambiarla. Por eso quieres crear una nueva mezcla de acciones y bonos a la que te ajustarás para seguir adelante; que será un nuevo objetivo.
Generalmente, para el retiro, pensamos en una postura defensora de un portafolio con una inclinación mayor hacia las acciones. Por ejemplo, los fondos para el retiro con una fecha meta dirigidos a una persona de entre 30 y 40 años de edad suelen tener entre 80% y 90% de sus activos en acciones. Sin embargo, la elección conservadora está siempre al alcance de la mano.
Lo que se debe tener en cuenta es que mientras más vayamos hacia los bonos, más estaremos deshaciéndonos de un potencial positivo a cambio de una mayor estabilidad.
En palabras más sencillas, deberás estar dispuesto a renunciar a una oportunidad de rendimientos más altos a largo plazo a cambio de un camino menos rocoso hacia el retiro. Es decir, primero debemos pensar en «para qué estamos haciendo esto» y ahí tendrá sentido hacer el cambio o no.
Otros piensan, muy erradamente a mi entender, que es mejor gastar todo el dinero hoy y después pensar en la jubilación. ¿En qué punto es conveniente ahorrar invirtiendo o disfrutar la vida hoy? Éstas son increíblemente importantes porque al mismo tiempo maximizan los activos y “evaden” impuestos . Entonces, a veces ahorrar para ellas dejando de lado el gasto de hoy, puede sernos beneficioso. El tema está en que, los que buscamos ser más precavidos nada nos garantiza llegar a la edad de jubilación. Lo cual se convierte en tragicómico para todo inversor que planea a futuro y tiene impedimentos propios relacionados con la salud.
En resumen, si vamos a apostar por un retiro mejor, la renta variable y el riesgo nos deberán sentar bien, porque de forma conservadora, sólo estaremos acompañando la inflación, que no nos garantiza una vida digna en nuestra jubilación.
Imagen: Financialred