¿Estamos enfermos de tecnología? ¿Podemos vivir sin móvil, sin ordenador portátil, sin reproductor de música? La minoría se enmascarará en la burda respuesta «sí, yo vivo perfectamente sin todos esos aparatos electrónicos».
Sin embargo, y lejos de situarme entre esos que prefieren un mundo ermitaño, vivimos los que estamos siempre a la expectativa de como las compañías se esmeran en superarse modelo tras modelo.
Ahora, y después de tanta espera sale al mercado el iPad, esa ‘tablet’ tan especial que no terminamos de comprender si es un ‘smartphone’ o un portátil, aunque desde la manzana, dicen que nos ni uno ni otro.
Atrás han quedado las largas colas de espera para la avant premier de una película muy esperada, o ese libro de Harry Potter. Ahora la moda 2011 es acampar frente a los Apple Stores para comprar uno de sus aparatos que deslumbran «made in Steve Jobs».
Por lo tanto, iPad ya está entre nosotros, y a partir de este momento el mundo tecnológico dictaminará que se transforme, no en el nuevo lanzamiento de avanzada, sino en uno más del mercado, y los ojos empezarán a posicionarse sobre el próximo modelo que en poco tiempo lo desbancará.
Sin embargo, el mayor riesgo que conlleva este producto es su real utilidad, y la posibilidad de conquistar un mercado, que todavía no lo ha definido en un rubro específico, y que además no es barato ya que cuesta a partir de 499 dólares más impuestos.
Sin embargo, lo que llama la atención es la velocidad con que las compañías se superan y convierten sus máquinas en productos masivos. Antes, llevaba casi una década masificar el uso de un aparato electrónico, hoy solo un par de años. Vale recordar que el iPhone se lanzó en 2007 como una revolución, y hoy, existen empresas que lo regalan si contratas sus servicios.
Los detractores de este invento dirán que no es un portátil porque no tiene conexiones USB, carece de un «mouse» y su teclado es virtual (muchos lo sentenciaron como un aparato incómodo de utilizar). Además no es posible abrir varias aplicaciones a la vez, no tiene cámara, y no puede usar Adobe Flash.
Tal vez un poco de marketing ayude a dejar atrás a sus detractores, y llegue a convencer a las masas que su mera presencia es imprescindible para estar insertado en el mundo, aunque debamos esperar hasta finales de abril para que llegue a España.
