Entre tantas medidas a tomar, la Comisión Europea pretende la supresión de los tipos reducidos del IVA. Este tipo de IVA es aplicado sobre ciertos productos y servicios, ya que estima que no es la mejor manera de redistribuir el impuesto y no suele favorecer al consumidor final.
Por otro lado llegan a dificultar el sistema, además de su potencial capacidad de distorsión. El Ejecutivo comunitario puso en marcha una serie de revisiones del sistema en que se rige el IVA en la UE, sistema que ya lleva 40 años. Para ello ha puesto en marcha una consulta pública con la finalidad de saber las distintas opiniones de parte de las empresas, las pymes, además de los consumidores como de los Estados miembros.
Tras esto, se pasará a examen de los resultados globales de la encuesta pública, y se presentarán las propuestas oficiales hacia fines de 2011. Ya que, el IVA llega a significar el 20% de los ingresos fiscales para los Estados miembros, traducido en euros, unos 862.000 millones en 2008.
Algunos expertos consideran que el sistema del IVA dificulta las operaciones en el mercado interior, además de que su peor problema reside en el fraude y la evasión.
Un ejemplo es España, en el que hoy conviven tres tipos de IVA:
-El IVA superreducido (4%) grava los productos de primera necesidad
-El IVA reducido (8%)
–El IVA general (18%).
Otro tema que preocupa es el de la actual crisis de deuda junto al envejecimiento propio de la población, algo que generará elevar el peso que representa en la recaudación ligado a una caída de ingresos por impuestos sobre la construcción y el capital.
Es por todo esto y más, que se pretende hacer una total revisión de dicho sistema. Además de rever el caso de las exenciones y los tipos reducidos para ciertas categorías de productos y mejorarlo o eliminar ciertos aspectos.
Entre las preguntas que abarcará esta consulta pública, puede encontrarse dónde deben gravarse los bienes y servicios, esto es si por cuenta del Estado miembro de origen o en el país en el que estos son vendidos.
Imagen: aseproda