Al parecer los gobiernos harán todo lo posible para que las bancarrotas de los bancos no nos sorprendan como en 2008 lo hizo en Estados Unidos. Además de publicar los test de solvencia, y demás medidas que se fueron tomando en los últimos meses, ahora el Banco de España exige a los bancos, cajas de ahorros y cooperativas de crédito que las oficinas que no sean rentables se cierren.
La intención del Banco de España trataría de atajar uno de los problemas a los que se enfrenta el sector financiero, sobre todo, después de la fuerte caída de la actividad del negocio: sobrecapacidad.
Estas exigencias ya han sido trasladadas a las distintas entidades. Como previa, la entidad ha exigido que en los planes de fusión o constitución de Sistemas de Protección Institucional (SIP) se atendiese al criterio de falta de rentabilidad para acometer la reducción de capacidad instalada.
El mayor problema surgiría en las zonas rurales, donde es muy común que no haya rentabilidad en la sucursales, pero son el único acceso directo al sistema financiero que tiene la población de esas zonas.
Con un total de 5.040 sucursales repartidas por toda la geografía española, las cooperativas de crédito tradicionalmente han aplicado un criterio de servicio a las zonas rurales y el Banco de España habría querido ahora poner punto final a esa situación y hacer partícipes del proceso de reestructuración a las cooperativas de crédito a través de un severo ajuste en su red de oficinas.
Atendiendo al criterio del Banco de España, la medida terminaría por dejar sin servicio una amplia clientela residente en las zonas rurales que mantienen a las cooperativas como única entidad a través de las que realizan sus operaciones de caracter financiero.
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