El precio de la luz es un tema que afecta a todos, y muchas veces nos llevamos sorpresas desagradables al recibir la factura. Pero lo cierto es que, sin darnos cuenta, solemos cometer algunos errores que inflan el precio de la electricidad en nuestro hogar. Afortunadamente, estos errores tienen solución, y con algunos pequeños ajustes en nuestros hábitos diarios podemos ver una diferencia significativa en nuestra factura.
En este artículo te contamos cuáles son los 5 errores más comunes que aumentan tu factura de la luz y cómo ahorrar en la factura de la luz para evitarlos.
Usar electrodomésticos en las horas más caras
Uno de los errores más frecuentes es no prestar atención a las horas en las que utilizamos los electrodomésticos de mayor consumo, como la lavadora, el lavavajillas o el horno. En España, el sistema de facturación de la luz establece diferentes tarifas según las horas del día. Esto se conoce como discriminación horaria, y consiste en dividir el día en tramos de precio: hora punta, hora llana y hora valle.
La hora punta es la más cara y suele abarcar de 10:00 a 14:00 y de 18:00 a 22:00. La hora llana tiene un coste intermedio, y se distribuye entre las 8:00 y las 10:00, así como entre las 14:00 y las 18:00. Finalmente, la hora valle, que es la más barata, comprende desde las 22:00 hasta las 08:00, y durante los fines de semana y festivos todo el día es hora valle.
¿Cómo evitar este error?
Planifica el uso de tus electrodomésticos de mayor consumo en las horas valle. Si es posible, programa la lavadora o el lavavajillas para que funcionen por la noche. Muchos electrodomésticos modernos tienen la opción de retrasar el inicio, así que puedes aprovechar esta función para que trabajen cuando la electricidad es más barata.
Mantener aparatos en modo «stand by»
Otro error muy común es dejar los aparatos en modo «stand by» (o en reposo). ¿Cuántas veces has apagado la televisión con el mando a distancia y has pensado que ya no consume energía? Aunque no lo parezca, los electrodomésticos y dispositivos que se quedan en «stand by» siguen consumiendo electricidad, aunque no estén funcionando a pleno rendimiento. Este consumo puede parecer pequeño, pero puede representar entre el 7% y el 10% de tu factura total.
¿Cómo evitar este error?
La mejor solución es desenchufar aquellos aparatos que no utilices de forma frecuente, como cargadores de móviles, microondas, equipos de sonido o televisores. Otra opción es utilizar regletas con interruptor, que te permiten apagar varios aparatos a la vez con un solo gesto.
Usar bombillas incandescentes o halógenas
A pesar de que las bombillas incandescentes prácticamente han desaparecido del mercado, todavía hay hogares que siguen utilizando este tipo de iluminación, o incluso bombillas halógenas que, aunque son más eficientes que las incandescentes, siguen consumiendo mucha más electricidad que las bombillas LED.
Las bombillas tradicionales no solo consumen más energía, sino que tienen una vida útil mucho más corta, por lo que a largo plazo son una opción más cara.
¿Cómo evitar este error?
Sustituye todas las bombillas de tu casa por bombillas LED. Estas son hasta un 80% más eficientes que las incandescentes y tienen una duración mucho mayor. Aunque puedan parecer más caras en el momento de comprarlas, su bajo consumo y larga vida útil compensarán rápidamente la inversión inicial.
Además, puedes optar por bombillas regulables, que te permiten ajustar la intensidad de la luz según lo necesites, lo que también te ayudará a ahorrar.
No aprovechar la luz natural
En muchas ocasiones, no sacamos partido a la luz natural que entra en nuestras casas, y encendemos las luces cuando no es necesario. A veces, simplemente por costumbre, encendemos lámparas durante el día, aunque haya suficiente luz natural para iluminar la estancia. Este mal hábito puede hacer que nuestro consumo eléctrico sea mayor de lo necesario, especialmente en los meses más soleados.
¿Cómo evitar este error?
Reorganiza los muebles para aprovechar al máximo la luz natural. Sitúa los escritorios, mesas o zonas de lectura cerca de las ventanas, de modo que puedas trabajar o realizar tus actividades diarias sin tener que recurrir a la luz artificial.
Mantén las cortinas y persianas abiertas durante el día para dejar que la luz del sol ilumine tu hogar. También es importante pintar las paredes con colores claros, que reflejan mejor la luz y ayudan a crear ambientes más luminosos sin necesidad de encender las luces.
No mantener los electrodomésticos en buen estado
Finalmente, uno de los errores más importantes que solemos cometer es no prestar suficiente atención al mantenimiento de nuestros electrodomésticos. Un frigorífico con las gomas de las puertas desgastadas, una lavadora con los filtros sucios o un aire acondicionado que no ha sido limpiado en años consumen más electricidad de la que deberían.
¿Cómo evitar este error?
Realiza un mantenimiento regular de tus electrodomésticos. Revisa las gomas de las puertas del frigorífico y cámbialas si están desgastadas para evitar que se escape el frío. Limpia los filtros de la lavadora y del lavavajillas con frecuencia para asegurarte de que funcionen correctamente. Y no te olvides del aire acondicionado: limpia los filtros y asegúrate de que el equipo esté en buen estado, especialmente antes de los meses de calor.
Si un electrodoméstico está obsoleto y consume mucha electricidad, valora la posibilidad de sustituirlo por uno de mayor eficiencia energética. Puede parecer un gasto al principio, pero a la larga te supondrá un ahorro considerable.
Ahorrar en la factura de la luz no es solo cuestión de tarifas, sino también de buenos hábitos y de saber aprovechar los recursos que tenemos. Evitar estos cinco errores puede marcar la diferencia y ayudarte a reducir el consumo energético de tu hogar. Al final, el ahorro no solo beneficia a tu bolsillo, sino que también contribuye a reducir el impacto ambiental y a llevar un estilo de vida más sostenible.