La previsión era buena ya que prácticamente todas abrirse el periodo demanda se venían a superar los 6000 millones lo que apuntaba en línea a las dos anteriores emisiones de bonos ligados a la inflación que, consiguieron colocar precisamente en torno a 6000 millones por emisión. En este caso, con una demanda superior a los 11,000 millones la emisión a cabo colocando 5000 millones de euros.
Se trata de una edición de títulos indexados a la inflación europea a través de la denominada sindicación bancaria. En este caso la misión consistía en bonos a cinco años con vencimiento para el 30 noviembre del año 2019 ofreciendo un cupón real del 0.55%.
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En este caso la rentabilidad real de la emisión ha sido del 0.248%, prácticamente 14 puntos inferior a la del bono italiano comparable. Como indicábamos al existir una demanda de 11,270 millones de euros para una colocación de 5000 millones. Llama la atención la alta participación de inversores extranjeros para una demanda final procedente de 165 cuotas inversoras. Por porcentajes Reino Unido e Irlanda con un 17.6% seguidos de Francia con un 15.9% son los que encabezan los niveles de demanda, por detrás Asia ha asumido un 11,3% de demanda.
Tras la emisión del tesoro acumularía un 91.3% de la previsión para este año cumplida en un monto total de 192,700 millones de euros en captación correspondiendo 118,010 al programa de financiación a mediano y largo plazo. Las entidades colocadoras en este caso han sido Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, BNP Paribas, Citi, Caixabank, J.P. Morgan y Société Générale.