Puede que la banca española haya sido capaz de sortear la crisis de las hipotecas subprime, pero cada vez parece más claro que tendrá que hacer frente a su propia crisis por su relación con el sector constructor. La crisis inmobiliaria sigue su curso y es cada vez más acusada. Los últimos datos del INE no dejan lugar a dudas. La compraventa de pisos cayó un 38,6% en marzo respecto al mes anterior, un descenso se ha repetido en el número de viviendas hipotecadas (-39,6%), que además reflejan una caída del 41,92% en el capital prestado. Y es que el endurecimiento de las condiciones crediticias también se está dejando notar.
En tasa interanual el descenso en la compra de viviendas es algo menos acusado, del 24,4%, aunque sigue mostrando la tendencia a la baja de todo el mercado inmobiliario. La mayor parte de los inmuebles transmitidos en marzo fuero libres (91,1%) y sólo un 8,9% eran viviendas protegidas. Mientras, el número de viviendas libres transmitidas por compraventa bajó un 39,1% en tasa interanual, mientras que la caída en las protegidas fue del 32,2%. Aunque la vivienda usada siguió siendo la que más se transmitió por compraventa (51,1%) se observa un incremento de los inmuebles usados hasta el 48,9%.
Al final parece que bancos y cajas son algo más proclives a prestar dinero cuando la vivienda es nueva. Sin embargo, sigue apreciándose un severo descenso en el mercado del crédito. No sólo se conceden menos hipotecas, sino que también baja el capital prestado (9.975,5 millones de euros, un 41,92% menos). Así, el importe medio de las hipotecas descendió un 3,76% en marzo respecto a 2007 y se aleja cada vez más de la hipoteca tipo de 150.000 euros. De hecho, las hipotecas constituidas en marzo lo hicieron sobre un importe de 141.172 euros.
Es curioso constatar que en esta situación de restricción crediticia las cajas de ahorro fueron las entidades que mayor número de préstamos hipotecarios concedieron en marzo con un 56,6% del total por delante de bancos (33,5%) y de otras entidades financieras (9,9%). Eso sí, lo hicieron por un menor importe medio que los bancos, que prestaron el 40,1% de todo el capital frente al 51,6% de las cajas. No deja de ser significativo que casi uno de cada diez créditos se formalizaran en otras entidades distintas de cajas y bancos, que en muchos casos están especializadas en unificación de deudas y otras soluciones de emergencia para reducir la cuota mensual de la hipoteca.