Señores, esta crisis de pánico a la cual estamos asistiendo tiene una serie de aristas que debemos analizar, y por lo tanto debemos poner un pie en el freno.
Mientras George W. Bush se siente «decepcionado», lo lamento, pero usted avaló todo este circo durante sus dos períodos como presidente de los Estados Unidos, y los dos candidatos a la presidencia, tanto el demócrata Barack Obama como el republicano John McCain, pedían y daban por descontado la aprobación del paquete de salvataje, el Congreso les dio la espalda.
Y el motivo es evidente, esto pasó de ser una crisis, primero hipotecaria, y después de solvencia de créditos, a un problema político. Aquí lo que está en juego, no es sólo la economía, que ha cumplido un ciclo de vida, sino el futuro político de los congresistas estadounidenses.
Esta crisis en otro momento de la vida política norteamericana, seguramente se hubiera resuelto de esta manera. Es muy probable que si esto hubiera ocurrido dos años atrás, nadie en el parlamento, se hubiera opuesto. El motivo es más que evidente, nadie quiere pagar el precio por votar una resolución que los aleje de la vida política, para siempre.
El tema central, son las elecciones, ¿no piensan que la comunidad política y económica hubiera salvado a los grandes especuladores del mercado si no hubiera elecciones? O acaso, ¿no recuerdan, que este no es el primer rescate de la administración Bush?
Hoy Estados Unidos, afronta dos inconvenientes muy fuertes, el primero es la crisis de credibilidad de todo su sistema, pero no de parte de quienes vivimos fuera del gran imperio, sino que este cuestionamiento es interno, de su población hacia la comunidad política y financiera, que jugó con su ambición, no sólo los destinos de las compañías de inversión, sino con el presente y el futuro de la economía de los Estados Unidos.
El segundo problema que afronta el sistema financiero estadounidense es el debilitamiento de su banca, y el miedo a la extranjerización de las entidades más importantes y emblemáticas.
Pero además es necesario aclarar otros dos puntos. El primero es que mientras muchos, dentro del sistema financiero están atravesando una crisis importante, otros están creciendo en desmedro de los mas afectados, y seguramente se quedarán con los restos de los perdedores, y en un tiempo no tan largo, se convertirán en los nuevos dueños de la banca y las finanzas, con el aval de quienes hoy votan a favor y en contra.
La otra cuestión se resume en una pregunta a futuro, ¿Quién sufrirá más a largo plazo por esta crisis, Estados Unidos o Europa?
Creo que la respuesta no está en Wall Street, sino cruzando el Atlántico. ¿Hace falta decir donde?
Ambas, no?
La que esta liando ZP …