La mayor actividad del empleo becario suele darse en las grande ciudades del país, donde se encuentran las grandes universidades y centros de formación profesional. Es el caso de Madrid, centro urbano con mayor convocatoria de estudiantes al mercado laboral.
Trabajar en la capital implica adaptarse a las competencias más exigentes, consecuencia de la gran cantidad de jóvenes que se encuentran en pleno proceso de formación y aptos para trabajar. Por lo general los salarios percibidos oscilan los 900 y los 1.500 euros, lo que hace una percepción anual total que va desde los 10.000 a los 18.000. En comparación con un trabajador efectivo la desventaja salarial es muy pronunciada, ya que el mismo recibe un dinero mayor como contraprestación y muchas veces desempeñándose en las mismas tareas. Aunque no todo es cuesta arriba, por lo general las grandes firmas además de proveer la experiencia necesaria para un futuro graduado, realizan capacitaciones constantes en lo que hacen al idioma principalmente y al mejoramiento de los labores.
A su vez, pese a la gran crisis que afecta a toda España, la actualidad indica que en la provincia de Madrid la tasa de paro con menor susceptibilidad la posee este tipo de trabajo. Primero porque suelen ser contratos temporales y segundo por el bajo coste que tiene para las empresas (públicas y privadas).
Las áreas con mayor oferta para los becarios suelen ser la de Administración y Finanzas, en ellas suele emplearse casi el 40% del total de estudiantes. Por detrás le siguen los departamentos de consultoría (14%), marketing (12%) e informática (11%).
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