Conforme su economía se acrecentaba y la calidad de vida mejoraba, España fue ganando prestigio como país en el que poder lograr un mejor estilo de vida, convirtiéndose en uno de los destinos más calientes para la inmigración. La población inmigrante paso de representar menos del 1% del total de la populación en el año 1991 a suponer el 12% en 2014.
La inmigración era constante sobre todo cuando corrían mejores tiempos y España atraía y necesitaba de más mano de obra «barata», pero la crisis ha cambiado del todo el escenario. Se estima que todo vaya a peor y que los flujos de llegada de inmigrantes podrían desaparecer completamente en 2014.
La principal causa de esto está a la vista, la recesión así como la falta de oportunidades laborales que les ofrece España a todo esto y a que otros mercados pueden reemplazar lo que antes les ofrecía España.
Según datos del último padrón, 2012 fue el primer año en el que decreció el número de extranjeros empadronados en 15 años. Y España perdió población en 2013 por culpa de la emigración, que dobló en número a la inmigración. De todas formas la frenada se empezó a notar en 2009, cuando la población extranjera llegó a los 330.000 nuevos individuos, alcanzando los 5,6 millones, registrando un crecimiento del 7% en 2009, el menor incremento desde 1992. Según el Ministerio del Interior, las llegadas de sin papeles se redujeron en un 46% en 2009 respecto a 2008 y en un 80% respecto a 2006, año de salida masiva de pateras.
Debido a la alta tasa de paro, para todos inmigrantes o no inmigrantes, autónomos o no autónomos, en pymes o grandes empresas, los flujos de emigración se han invertido y muchos inmigrantes deciden volver a su país de origen.
El problema de la inmigración ilegal se agraba en 2014
En el año 2014 se han agrabado los casos de inmigrantes intentando acceder a España de manera ilegal. La mayoría de ellos han intentado acceder a las ciudades de Ceuta y de Melilla saltando las famosas vallas de alambre de espino. El Ministerio estima que hay 30.000 inmigrantes aguardando en Marruecos el momento idoneo para saltar la valla, y en los peores días ha habido hasta 200 personas que han intentado atacar la frontera de forma conjunta.
Intentar saltar la valla no es el único método de entrar en España, también hay quien intenta entrar a nado o en patera desde las playas adyacentes, pero la Guardia Civil los intercepta nada más llegar a tierra.
Las consecuencias de estos intentos desesperados por acceder a España de manera ilegal son nefastos, ya que han dejado más de un muerto en lo que llevamos de 2014.
En 2014 no se marchan solo los inmigrantes, también se van los españoles
Hay que destacar que en 2014 la tendencia es que los inmigrantes vuelvan a sus países de origen, pero no son los únicos que abandonan el país, que hay cada vez más jóvenes que salen de España para intentar labrarse un futuro laboral a la altura de su formación. Es preocupante tanto la cantidad de mano de obra barata como cualificada que está perdiendo España con los flujos de inmigración en 2014.
