Ya lo dijo el ex presidente Bill Clinton, «América vota economía». Atrás quedarán otros temas relacionados con la seguridad, que en estos momentos ha pasado a segundo plano.
Luego de la catastrófica caída de las bolsas, la quiebra de los bancos y la urgente ayuda de la Reserva Federal, Estados Unidos se enfrenta a dos políticos que se oponen desde lo más básico de su plataforma hasta el perfil de sus votantes.
Los republicanos, detrás del candidato John McCain, han intentado separse en cierta medida de la política reciente del presidente Bush, e intentan presentar un plan económico más sustentable, de lo que intenta parecer.
El programa económico de McCain se basa en la estructura tradicional republicana, que intenta vincular una imagen que mixtura la familia y el trabajo.
Sin embargo, entre los puntos más importantes, el partido republicano ofrece en su plataforma:
- Redución de las cargas impositivas que pagan las corporaciones empresariales. Recorte impositivo y baja en el impuesto a las ganancias de las empresas del 35% al 25%.
- El precio del dolar. Los republicanos quieren que la «moneda verde» se posicione de manera dominante nuevamente en el mundo, relegado tras la crisis por otras monedas.
- La reducción de los costes diarios, en especial, los alimentos y combustibles que en los últimos tiempos se han disparado, como consecuencia directa del precio elevado del petróleo.
- Reducción del déficit fiscal. Es uno de los puntos básicos y urgentes a resolver porque la economía y sus datos macroeconómicos le son desfavorables.
- Cambio de la postura gubernamental frente a las empresas, a través de una relación más directa con las más pequeñas (hasta el momento la política se basaba en las grandes corporaciones).
- Fomentar el consumo de energía más barata y baja en contaminación, sin depender en exceso del crudo.
- Mejorar el servicio de salud (muy cuestionado en la actualidad por su elevado coste).
- Modificación de la política impositiva (los especialístas del candidato optan por medidas concretas y simples que ofrezcan mayor competitividad).
- Modernización de las leyes laborales, un punto conflictivo que deberá mediar entre sindicatos y grandes compañias.
- Cambios en la política enegética del país. Menor dependencia del crudo y el gas producido en el exterior y fomento de las exploraciones en territorio norteamericano.
- Independencia del petróleo extranjero, ya que los últimos conflictos en el mundo han disparado el IPC de los estadounidenses. Es conocida su posición contraria a Hugo Chavez y su reparo frente a las desiciones de la OPEP.
- Bajar los precios de los medicamentos (inaccesibles para una porción de la ciudadanía).
- Construcción de 45 plantas atómicas para generar electricidad (ambientalistas y ecologístas en contra).
- Inversión (2 mil millones de dolares) en investigación y desarrollo de tecnología no contaminante.