Semana de difícil comprensión para la actualidad de BBVA. La locura de los negocios y las finanzas ha mezclado en una misma semana tres posturas diferentes en una misma entidad.
Con una campaña al estilo BBVA, el banco inundó los medios de comunicación con publicidad sobre el nuevo paquete de productos destinados a la captación de clientes demostrando su fortaleza y hegemonía en el sector de la banca grande.
Un día después, ha cerrado una operación en China por la que definitivamente incrementa su participación del 30% en Citic International Financial Holdings (CIFH).
Como ya habíamos adelantado, BBVA completaba una serie de compras, que comenzó cuando duplicó su participación en China Citic Bank (CNCB), llegando al 10%.
Luego de cerrar la negociación con CIFH, BBVA ha dejado en claro su intención de continuar expandiéndose hacia un mercado muy fuerte como el asiático, y en especial el más atractivo, China.
Sin embargo, 24 horas después de mostrarle al mercado su poderío expansivo y una impronta avasallante, ha sorprendido con una información, más emparentada con la actualidad financiera actual. Ayer viernes, BBVA ha comunicado que reducirá el número de oficinas de Dinero Express.
De esta manera, el banco que preside Francisco González, reducirá a 15 el número de oficinas debido a que la entidad debe «ajustarse» a la actual «coyuntura económica», aunque ha llevado tranquilidad a su plantilla, ya que aseguró que no reducirá su negocio, ni tampoco su plantilla (los 190 empleados afectados se integrarán en la entidad).
BBVA creará cinco centros de trabajo en Madrid, Barcelona, Alicante, Murcia y Valencia.
Por lo visto, una de las entidades más grandes ha demostrado su dualidad de posiciones, mientras extiende sus tentáculos por Asia, retrae sus objetivos en el mercado español.
Entonces, ¿España está en crisis o ha BBVA le ha llegado la crisis?