El Plan de Prevención de Fraude Fiscal, que se inició en 2005, ha permitido que este año por cada euro dedicado a la prevención del fraude se ingresen doce, el doble que en 2004. Pero ahora acaba de lanzar nuevas medidas contra este tipo de fraude que va creciendo a causa de la situación actual del país.
La actualización del Plan de Prevención del Fraude Fiscal insiste en la búsqueda de nuevas fuentes de información y en centrar los esfuerzos en la investigación del fraude más complejo. Además, se pone especial énfasis en la mejora del cumplimiento voluntario y en fortalecer la colaboración nacional e internacional.
El esfuerzo investigador de la Agencia Tributaria se centrará en los incumplimientos tributarios relacionados con la economía sumergida, mediante el refuerzo del control de signos externos de riqueza sin ingresos aparentes declarados, el control más intensificado del comercio exterior y el seguimiento de la utilización de grandes cantidades de efectivo en la actividad económica.
En la actualidad el 40% de la recaudación bruta y la mayor parte de la información que recibe la Agencia Tributaria procede de la Delegación Central de Grandes Contribuyentes. La deuda suspendida de grandes empresas por recursos ante los tribunales alcanza en la actualidad más de 6.000 millones de euros.
Otra de las novedades es referente a la resolución de las incidencias menores que retrasan las devoluciones del IRPF.