El nuevo escenario dibujado por la crisis en el mercado laboral está provocando los primeros cambios en los procesos de selección, tanto desde el punto de vista de los candidatos como de las empresas. Con una premisa calara, aunque las compañías estén adelgazando sus plantillas, seguirán necesitando talento.
Según un informe de la empresa de selección, Adecco, el panorama de la selección que venía desarrollándose en los últimos años está cambiando las premisas que se habían impuesto en los tiempos de bonanza en los que el candidato exigía sus condiciones al poder elegir entre diferentes ofertas de empleo y la empresa necesitaba urgentemente contratar al mejor candidato en el menor tiempo posible.
Además, otro cambio con motivo de la crisis se está percibiendo en la negociación salarial: ya no se habla de incentivos sino de productividad y reducción de costes, por lo que los candidatos están empezando a aceptar condiciones económicas que hace un año atrás no habrían aceptado e, incluso, ofrecen disponibilidad absoluta para moverse de ciudad, comunidad o país.
Sin embargo, el talento seguirá siendo necesario para las empresas en tiempos de crisis y sus departamentos de Recursos Humanos tendrán que gestionarlo. Pero una de las premisas impuestas ahora, como es la reducción de gastos, también los condicionará.
Por otro lado, al mismo tiempo que las empresas optimizan al máximo las plantillas para evitar la contratación de nuevos empleados, también optimizan las selecciones de profesionales que realizan.
Según Adecco Professional, las empresas buscan ahora más que nunca candidatos polivalentes que puedan ejercer un doble cargo, como por ejemplo, un Director de Marketing y Comunicación, o en el sector de la construcción, un Jefe de obra y Técnico de ofertas, siendo el mismo ingeniero el que presupueste y defienda el proyecto para un concurso público y el que después lo ejecute en la obra.
El aspecto retributivo siempre ha sido uno de los principales puntos de negociación en una entrevista de trabajo. Mientras que en años anteriores el candidato se veía fuerte para exigir una franja salarial alta haciendo valer su experiencia y dedicación al puesto a desempeñar, en estos momentos se observa una mayor aceptación de las condiciones económicas marcadas por las empresas llegándose, en muchos casos, a aceptar condiciones inferiores a las que se disfrutaban anteriormente confiando en mejorarlas en uno o dos años cuando la situación económica sea más favorable.