El coche eléctrico no es sólo el proyecto de un país y así lo entienden Alemania, Francia, Portugal y España que por medio de un comunicado conjunto sobre el apoyo del vehículo eléctrico, solicitando a la Comisión Europea financiación de proyectos sobre la movilidad y a acelerar los trabajos para presentar un estándar de automóvil eléctrico europeo en 2011.
Estos países estiman que el vehículo eléctrico debe ser algo imprescindible en el desarrollo y competitividad, promoviendo la investigación y desarrollo e innovación, el desarrollo industrial y la sostenibilidad.
Además en Bruselas, los Veintisiete aprobaron conclusiones tendientes a pedirle a la Comisión Europea que promueva medidas para promover la fabricación y comercialización de coches ecológicos, sin que sobresalga ninguna tecnología por sobre otra.
Para la presidencia española de la UE, la promoción del coche eléctrico es una de las prioridades teniendo el visto bueno de la mayoría de países, salvo Reino Unido y República Checa, que desean promover el coche alimentado de hidrógeno.
Mientras que, Alemania, Francia, Portugal y España no solamente pretenden promover el coche eléctrico como una movilidad eficiente y sostenible, también una muy buena oportunidad para la industria europea de la automoción y los sectores ligados a esta, entre ellas las tecnologías de la información y la comunicación, la producción y la distribución de energía.
El parque mundial de coches pasará desde los 800 millones actuales a los 1.600 en 2020, y hasta los 2.500 millones en 2050. Proyecciones de estudios comunitarios prevén que el automóvil de baterías eléctricas capte entre el 1% y el 2% del mercado en 2020; entre el 11% ó el 30% en 2030; los coches híbridos recargables subirán un 2% de cuota de mercado en 2020 hasta llegar a entre el 5% y el 20% para el 2030.
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