Cuando el euro se apreciaba frente al dólar, Europa festejaba el fotalecimiento de su moneda y de su modelo, la crisis hizo primero que se dudara del sostenimiento del dólar en el futuro, pasada la peor tormenta, el dólar retomó su rumbo y el euro comenzó a tener una nueva cotización en relación al mismo.
Pero la bajada del euro puede tener su costado positivo, dado que para los consumidores de productos europeos significa un menor valor y por lo tanto puede traducirse en un mayor consumo, lo que llevará a un aumento de la producción y de las exportaciones.
Así los países de la zona deberían comenzar a ver estos beneficios, y según los analistas esto debería significar el crecimiento de Irlanda.
En Irlanda, las exportaciones representan más del 50% del Producto Interno Bruto, por delante incluso de Alemania. Y si bien muchas de las exportaciones de los países de la eurozona tienen como destino sus vecinos europeos, Irlanda envía gran parte de sus productos químicos, servicios corporativos, tecnología y alimentos a Estados Unidos y Gran Bretaña. Esto maximiza el beneficio del declive del euro, que ha perdido aproximadamente 15% de su valor contra el dólar estadounidense y 8% frente a la libra esterlina desde comienzos de año.
Las cifras comenzaron a mostrar la mejoría, ya que su Producto Interno Bruto creció un 2,7% durante el primer trimestre, frente a la caída del 0,7% de un año antes, saliendo técnicamente de la recesión. Para los economistas Irlanda debería crecer un 0,5% o 0,6% este año.
Hay que recordar que Irlanda sufrió uno de los mayores colapsos en los sectores bancario y de bienes raíces de Europa, pero fue de los primeros en abordar sus problemas de deuda.
Desde 2008, ha decretado aumentos de impuestos, recortes presupuestarios y reducciones salariales equivalentes a 8% del PIB. algo similar a lo anunciado hace unas semanas en Gran Bretaña.
Los reguladores financieros eliminaron la cartera de préstamos hipotecarios incobrables de los libros bancarios para traspasarlos a las cuentas del gobierno. Tampoco es seguro que los bancos irlandeses comiencen a proveer suficiente crédito a los consumidores para respaldar el gasto interno.
El desempleo de 13,7% es superior al promedio en la eurozona y las familias irlandesas suelen estar más endeudadas que las británicas, españolas y portuguesas.
Los economistas e inversionistas, no obstante, dicen que Irlanda ha actuado con agilidad para resolver sus problemas bancarios. Además, los sectores clave de manufactura y servicios han comenzado a expandirse, mientras que las ventas minoristas se han mantenido a niveles razonablemente saludables. El superávit comercial ha continuado en ascenso durante la crisis, alcanzado los 39.000 millones de euros en 2009 frente a 29.000 millones de euros del año anterior, pese a que la economía se contrajo 7%.
Todo pareciera encaminarse a una recuperación, si los datos de demanda de EE.UU. y China por productos de ese país se mantienen y aumentan. Además los economistas señalan como positivo que los precios y salarios estén cayendo, lo que aumenta la competitividad de las empresas del país y estimula la inversión extranjera directa.