La crisis griega con su reestructuración de la deuda y crisis en general todavía genera incertidumbre no sólo en su país también en la UE, esta vez la incertidumbre gira sobre la banca griega, en estos momentos existe una fuerte presión política con el objetivo de llevar a cabo un proceso de concentración.
Esto podría darse tras conocerse los resultados del segundo trimestre, dónde se reflejaría el fuerte aumento de las tasas de morosidad además del deterioro de la calidad de los activos. Es así que, el National Bank of Greece, EFG Eurobank Ergasias, Alpha Bank y Piraeus Bank, publicarán sus respectivos resultados semestrales a todo esto el beneficio de dichas entidades mostrarán una caída de más del 60% en el trimestre.
Es por ello que existen diversas estimaciones respecto a las fusiones del sector bancario griego tras la posibilidad que Piraeus pretendiera hacerse con la participación estatal en Hellenic Postbank y Agricultural Bank of Greece, siendo el único banco griego que ha suspendido las pruebas de estrés del sector bancario europeo.
De producirse dichas integraciones, se lograrían los recortes costes buscados, además de fortalecer sus balances y una mejora en el acceso a los mercados de capitales y financiación.
El Gobierno griego busca reducir el déficit público, que significa el 13,6% del PIB nacional, para poder ubicarlo en el 3% en 2014. Si bien muchos estiman que la reestructuración del sector no llegaría a resolver del todo los problemas de la banca griega respecto a la liquidez, malos créditos ligados a la situación de las finanzas públicas aunque sí se podría reducir la actual competencia por los depósitos logrando un ahorro de costes.
Actualmente no existe un interés por parte de entidades financieras de los demás países, por hacerse con los bancos griegos por las dudas generadas respecto al respaldo estatal.
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