La crisis internacional ha golpeado a todos los sectores. Ni siquiera la burbuja que ha sabido construir el fútbol parece salvarse, es más, le ha impactado de lleno.
Meses atrás les contabamos que el aumento de la deuda que sostenían con la Agencia Estatal de Administración Tributaria, los clubes de la Primera y la Segunda división española de fútbol. Esa cifra ha quedado atrás, y ahora el Gobierno ha informado que al 31 de octubre de 2008, los clubes de la LFP ha ascendido a 627.266.721,38 euros.
Pero para no quedarnos solo en este aspecto, la deudas que acumulan todos los clubes llegan a 2.000 millones de euros, esto representa un 16,8% más que el año pasado, de los cuales, más de 600 millones son deudas con la Hacienda Pública.
Para entender el déficit que arroja esta balanza debemos hacer responder con una simple ecuación, los clubes gastan más de lo que ingresan a sus cuentas. Sólo observando los números podemos concluir que la LFP está solventada por Real Madrid y FC Barcelona, y muy por detrás el Valencia, quienes se salvan de esta cifras situación, el resto acompaña desde los números rojos.
Las cifras son tan elocuentes que con sólo observar que de los 1.276 millones que los clubes ingresaron hace dos campañas, 748 millones fueron para estos tres equipos, Real Madrid con 351 millones, Barcelona con 290 millones y Valencia con 107 millones, los otros 17 conjuntos de Primera División se repartieron el 40% restante.
Pero esta crisis ha impactado de lleno en varios aspectos de los clubes. Uno de ellos es la masa de socios, que si bien empieza a mostrar signos de debilitamiento, es liderado por el Real Madrid con un ingreso de 94,4 millones, seguido del Barcelona con 48,5 millones, Valencia con 22,6 millones, Athletic con 16,3 millones y Atlético de Madrid con 13,3 millones.
Sin embargo, las graderías han sido el termómetro de este golpe a la economía española. El público que acude a los estadios ha disminuido y los clubes de Primera División perdieron 432.000 espectadores de la temporada pasada a la actual. Al finalizar la primera vuelta, los aficionados habían bajado su asistencia de 5,7 millones de espectadores, a 5,3 millones.
La caída en presencias a los estadios ha sido más fuerte, paradójiamente en casa del líder, el Barcelona con 7.400 espectadores menos por partido, mientras que el Valencia ha perdido unos 6.200 y el Espanyol cerca de 3.625 asistentes.
El futbol español se ha marcado un verdadero gol a propia porteria.