Si hay algo que por más mediana o grande que sea una crisis y sea que afecten a quién fuera, invita a la morosidad a que se haga presente, es por ello que puede verse la morosidad en las pymes, la morosidad de la banca y la morosidad particular.
Esto hace que se vean los datos de Hacienda, dónde puede notarse como durante 2010 los impuestos pendientes de cobro se incrementaron cerca del 11,8 % hasta Julio, llegando a cifras de 11.00 millones de euros en impagos a Hacienda 2010.
De forma que, los inspectores de Hacienda y técnicos no legan a recaudar más del 1% del PIB adeudados por los contribuyentes, esta es una cifra parecida a lo gastado en el Fondo de Inversión Local, o Plan E, por lo que no se podría cumplir los objetivos de ingresos impositivos.
Dicha cuantía se ubica como la más alta registrada hasta el momento, desde hace una década, en la que Intervención General del Estado inició la elaboración de estos datos.
Las deudas por parte de los contribuyentes con Hacienda son el triple que durante 2001, en ese momento eran de 3.681 millones de euros.
Este incumplimiento se explica, principalmente a la profunda crisis y por ello se registra un notorio crecimiento de los aplazamientos además de generar el fraccionamiento de deudas que legalmente se solicitaron.
Por otro lado, el histórico que se da en España como el fraude y la evasión fiscal, que suele existir pero muestra sus efectos cuando se profundiza una crisis.
Imagen: Gestiondeimpuestos