España representa no sólo preocupación por su tasa de paro en su territorio, también por lo que significa en la Eurozona, desde inicio de la crisis, el 60% de los desempleados de la Eurozona corresponden a España de esta forma se concluye que España genera la mayor tasa de paro de la Eurozona.
De cada 10 nuevos desempleados de la Eurozona, 6 son de España llegando a perder más de 2,42 millones de empleos. La OCDE, ofrece estos datos en los que refleja que desde fines de 2007 los desempleados de los países que componen la OCDE llegan a 17 millones, de los que 4 millones correspondían a la UE y 2,5 millones a España.
Con la nueva reforma laboral, se pretende poder modificar la tendencia que se da durante las épocas de crisis cuando España llega a destruir empleo más intensamente que las demás economías.
Con la nueva reforma laboral, se cree que se podrá crear más de 2 millones de empleos con contratos indefinidos, a la vez los que no son tan positivos creen que el desempleo estructural se ubicará en el 20%.
Otro de los aspectos se da, sobre la situación general del mercado laboral en España, en la que se refleja que el 40% de los jóvenes entre los 15 y los 24 años no pueden conseguir su primer trabajo entre los que salen a buscar trabajo, por lo que el paro juvenil español se ubica como el más alto a nivel Europa.
A partir de que se inicio la crisis, el aumento de la tasa de paro fue de 10,3 puntos porcentuales, en cifras absolutas, se han perdido más de 2 millones de empleos en España un (2,42) siendo uno de los más altos.
Otro de los datos, trata sobre la distancia entre el empleo previsto para 2011 y el nivel de empleo previo a la crisis sería del 10,7% para el año que viene, siendo una de las más altas de la zona euro, por detrás de Irlanda, con el 19,8%.
Además existe la dificultad en cuanto a la falta de un ajuste de salario a la par del ciclo económico, ya que las empresas escogen eliminar los contratos relaciones, por sobre la posibilidad de aplicar medidas en vez de adoptar flexibles a la hora de las contrataciones.
Respecto a la población comprendida entre los 15-24 años en los países desarrollados captaron la mayoría de la reducción de empleo, siendo del 8,4% en la OCDE y del 21,1% en España, logrando una tasa de paro juvenil de más del 40%, siendo la más alta de la UE.
Otra de las diferencias, reside en que la media de los países miembros, dónde los empleados altamente cualificados ha sido el único de los segmentos en elevar las ofertas de trabajo, mientras que en España este tipo de empleados en cambio mostraron un descenso del 0,9%.
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