Cuando los temores sobre quiebras de bancos habían pasado al olvido, para encarar la recuperación de Europa, Irlanda ha anunciado que deberá rescatar al Anglo Irish Bank, con un costo estimado de 34 mil millones de euros, el Irish Nationwide Building y el Allied Irish Bank. En su conjunto el gobierno irlandés debería desembolsar para hacer efectivo el rescate unos 50.000 millones de euros, lo que represente el 32% de su PBI.
Si vemos lo sucedido en otros países, cuando Gran Bretaña inyectó dinero al al Royal Bank of Scotland, Lloyds y Northern Rock en pleno colapso bancario en Gran Bretaña, la ayuda representó el 6% de su PBI.
En otras palabras, un tercio de la economía será dirigido a sostener un sistema bancario en quiebra y deficitario. ¿Le hace bien esto a la economía? Es que no olvidemos que Irlanda se ha comprometido a reducir su déficit al 3% para 2014, tal como lo exige la legislación de la UE. Entonces, ¿quién pagará el costo económico de este rescate?
Un paquete de medidas para ajustar el gasto público será la receta para cubrir el déficit que provocará esta medida, aunque los funcionarios del gobierno aseguraron que el fondo jubilatorio del país tiene activos por 24.000 millones de euros, que en su mayoría corresponden a activos líquidos o dinero al contado con lo que puede ayudar a sus bancos.
Pero por otro lado, los analistas admiten que la decisión permitirá la reducción de las tasas para el gobierno irlandés para su financiación.
Estas cifras asustan, y muchos piensan en por qué no dejar caer estos bancos, pero el gobierno ha tomado la decisión de darles ayuda, aunque el costo político y económico sea tan alto, no solo para Irlanda, sino para toda la zona euro.
Para el gobierno irlandés el AIB es demasiado grande para dejarlo caer, justifcando la decisión en que el banco creció a la mitad del PBI, entonces claramente la caída de un banco en esta escala podría dañar la economía local en Irlanda.
Recordemos que la caída de los bancos irlandes, como el AIB se debió principalmente al estallido de la burbuja inmobiliria, cuando en Irlanda las propiedades costaban más que en Londres, y los bancos salieron a otorgar masivos créditos hipotecarios a 18 ó 30 años. Igual que lo sucedido en Estados Unidos primero y en los demás países después, el sistema estalló, el desempleo creció y la gente no pudo pagar sus compromisos crediticios, y entonces el sistema bancario comenzó a sufrir la crisis, con hipotecas incobrables.
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