La crisis de deuda mueve a los mercados hacia la incertidumbre, y no solo se remite a la deuda de Grecia, los problemas de Portugal e Irlanda que aunque no figuren en primera plana siguen ahí. Y en especial la deuda que más preocupa es la de EE.UU, que puede terminar creando un agujero que trague a las demás economías cual agujero negro se traga las galaxias.
Hace unos días George Soros reconoció que no se tiene un plan B para la UE y ni el euro ni para Grecia que seguirá recibiendo ayuda siempre a cambio de planes de ajustes cada vez más ajustados.
Grecia parece tener el destino de la UE atado a su evolución o a la mas que cercana involución económica y del pago de deuda, todo apunta a un presente negro y un futuro más oscuro con las privatizaciones, con el rating y los otros datos que no deja muchas dudas de cual será el destino de este barco griego que si está a flote es por las ayudas y por que nadie quiere ver las consecuencias que puede traer que Grecia se salga del euro o que reestructure su deuda con una quita.
Con los problemas que causa Grecia, hoy muchos se preguntarán si no hay que ajustar aún más el sistema de ingreso a la zona euro, viendo las consecuencias y el nivel de desembolso que deben de hacer los miembros por países que en diferentes aspectos no aportan tanto a la zona como los estados que deben abrir sus arcas y pagar por errores ajenos “por el bien del euro, de la estabilidad de los mercados, y de la eurozona”, pero ¿hasta cuando?
La otra pregunta que salta enseguida es cuán unido y convencido se puede estar un parlamento griego, cuando el voto es más por urgencia y necesidad que por convicción, sin dudas que con el pasar los meses y si no asoma en el horizonte político de Grecia una mínima luz, le será difícil al Gobierno griego soportar la presión de los ciudadanos, del FMI con Christine Lagarde nueva directora del FMI al frente habrá que ver cual es su política, del mercado sin tener que demitir y dejar que otros encuentren la solución.
No faltó quién proponga como vía de solución una reestructuración a lo Plan Brady, y una quita del 30 al 50%, entre las variantes a los planes de rescates, que más que aportar un momentáneo alivio a las bolsas y mercados no han logrado mucho si vemos que será el segundo plan de rescate de Grecia.
Existen soluciones temporales, soluciones simples, soluciones dolorosas y soluciones definitivas que nadie quiere implementar, pero que serían de las más dolorosas para algunos y tal vez la justa. Una de ellas es la de aplicar una quita de la deuda de Grecia.
Otra idea escuchada por ahí de los tantos analistas que se explayan, que uno ni se acuerda quién dijo qué; Sería el de crear lo que se podría llamar “un súper euro” que sería solamente para ciertos miembros y un euro que estaría depreciado 1,3 veces por para los estados que no pudieran afrontar un super euro.
A esta altura ya no se trata de salvar el pellejo de Grecia ni de que se lo salve sola o que sea demasiado tarde, se trata de evitar el efecto dominó que puede significar la salida de Grecia del euro por citar un ejemplo.
No sirve jugar a la lotería de ver quién es el próximo en caer si España, Italia, u Reino Unido, sino de que no caiga ninguno y atajar al que está por caerse como Grecia.
Fuente: elmundo.es
Imagen: mst-filouba