España se encuentra actualmente en el tercer puesto entre los países de Europa con mayor porcentaje de economía sumergida en términos de volumen de negocio no declarado.
Un uso más intensivo de los pagos electrónicos podría reducir la economía sumergida en España en unos 23.600 millones euros, un 11,5% del total estimado actualmente.
Un incremento de los pagos electrónicos del 5% supondría una disminución de entre un 2% y un 3% de la economía sumergida, mientras que un aumento de hasta un 15% permitiría reducir la economía en negro entre un 6% y un 9%. España registra cerca de 120 transacciones electrónicas per cápita, por debajo de la media europea, que ronda las 150 operaciones.
Se propone impulsar la economía del país especialmente en los seis subsectores que concentran las ventas no declaradas a consumidores o entre empresas: las ventas de automóviles y repuestos; bares y restaurantes; comedores y catering; taxis, autobuses y transporte comercial; comercios no especializados y alojamientos de bajo coste.