Que una situación sea apremiante para un país debido a su riesgo de impago y su alto déficit además de haber teniendo que recurrir a un plan de rescate. No significa que deba de aceptar todas las exigencias por parte de los organismos como el FMI como es el caso de Grecia, en medida de esto es que el Gobierno griego rechaza por inaceptable la recomendación conjunta de un equipo europeo y del Fondo Monetario Internacional (FMI) para que Grecia llegue a privatizar los diversos bienes estatales así como empresas públicas y así hacer frente a su crisis financiera y el pago de su deuda.
Ya que una de las exigencias del FMI, de la Comisión Europea (CE) y del Banco Central Europeo (BCE) ha sido la recomendación de volcarse por la privatización y es por ello que Grecia rechaza privatizar.
Si bien aceptan el aprovechamiento de los bienes inmobiliarios del Estado como medida para lograr un crecimiento y reducir la deuda pública, no en la forma que pueden exigirles desde afuera.
Actualmente el Gobierno dentro de su programa trianual cuenta con la evaluación de la inversión comercial de propiedad inmobiliaria estatal por 50.000 millones de euros, con lo que pretende recaudar dicha cuantía entre 2011 y 2015.
Mientras que el Ejecutivo realizará una revisión del plan de austeridad que llegará a necesitar medidas extras por 18.300 millones de euros siendo el 8% del PIB entre 2012 y 2014.
Además han salido a desmentir desde la CE, que no pretende la venta de monumentos por ejemplo. Si de empresas y propiedades inmobiliarias del Estado.
Conviene recordar que a partir de 2010, Grecia ha puesto en marcha un plan de reajuste presupuestario con el claro objetivo de reducir su déficit en 36.000 millones de euros. En medio del que ha recibido un préstamo trianual de 110.000 millones de euros pero con fuertes exigencias, medidas de austeridad y reformas estructurales para tal fin.
A la vez se espera un informe que termine de aprobar para marzo el cuarto tramo de ayuda para Grecia, por 15.000 millones de euros.
Entre las previsiones del ministerio de Finanzas en Atenas, en 2011 se prevé que la economía se contraiga un 3 %, mientras que la inflación el 2,5 % a todo esto pretende reducir el déficit fiscal al 7,4% en 17.000 millones de euros del Producto Interior Bruto (PIB), aunque para 2015 deberá reducirlo al 1,2 % del PIB.
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