Es normal que tengamos problemas con nuestras finanzas, más que nada si no sabemos organizarnos, pero de vez en cuando es importante tomar un momento y ver un poco de la realidad, sobre todo cuando se trata del mundo de las finanzas personales.
Lo que vamos a explicar a continuación, son algunas de las cosas que vemos como secundarias, pero sobre las que hay que escuchar y tratar de saber que existen sin adornos ni rodeos.
Existen, entre muchísimas otras, cuatro puntos claves que probablemente no quiera oír hablar de crédito, pero que en realidad necesita saber.
Por ejemplo, cuando un banco anuncia implementar un aumento en las cuotas anuales de los tarjetahabientes, por más pequeño que sea el aumento, por ejemplo unos 59 euros al año es sólo 16 céntimos al día. Es menos de cuesta hacer cualquier cosa, pero igualmente nos lo están cobrando, y en un sistema de goteo como es el bancario, harán dinero a nuestras costas e ignorancia.
Está claro que muchos de nosotros tenemos expectativas poco realistas a la hora de los bancos y emisores de tarjetas de crédito. Estas empresas son las organizaciones lucrativas. Eso significa que existen estrictamente por el dinero, nuestro dinero. Ellos no se preocupan por su situación personal, no se preocupan por nuestros problemas ni nada por el estilo. Quieren que se les pague, quieren ganar dinero, quieren ganar más dinero y más que nada si viene de nosotros. Cuanto antes nos detenemos a pensar en los bancos y emisores de tarjetas de crédito, como pensamos en nuestra familia y amigos, estaremos mucho mejor.
- Nosotros debemos elegir buenos productos bancarios
Es nuestro trabajo más difícil el de garantizar que los productos de crédito que elija sean los productos realmente buenos. Tener nuestra propia debida diligencia es la clave. Es decir, no nos quejemos de lo que estamos comprando, si lo hemos comprado nosotros y no por obligación.
Si las cuotas tanto mensuales como anuales de su tarjeta le molestan, no elija las tarjetas de que tienen costos. Si las tasas anuales le van a molestar, es probable que no deba tener una tarjeta de crédito porque no hay garantía de que su «no pago» no tenga una cuota anual el próximo año. Así, sucesivamente.
- Entrar en deudas es nuestra elección
A ver, antes de que muchos lectores se enojen por lo que acaban de leer, sé que muchos han perdido su trabajo y tienen que sobrevivir y las tarjetas de crédito son el único medio de pago que tienen a su alcance. Sin embargo, no deja de ser una excusa para endeudarse.
Si no quieres entrar en la deuda no debes usar el crédito. Sabemos que las personas son adictas a las tarjetas de crédito. En estos casos son los que la evitación es la estrategia correcta.
- El crédito es un privilegio, no un derecho
El punto más importante a tener en cuenta, es que ningún banco o compañía de seguros considera que una persona se «merece» algo. Todo lo contrario, están haciendo negocios, y nosotros seremos el cliente que tendrá que ganarse el privilegio de contratar.
Claramente, no tenemos derecho a una tarjeta, un préstamo hipotecario, un préstamo prendario, o cualquier otro producto de crédito relacionado. Sólo que, por cada euro que pedimos prestado a un banco, detrás hay un inversor, y éste está buscando rentabilidad.
En fin, cada uno de nosotros tenemos sólo la obligación de velar para que todo aquel que esté dejando prestado su dinero tenga de vuelta su dinero. Este claro obstáculo es la obligación que existe entre usted y su dinero…
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