Entre las Comunidades que se anotaron ante su necesidad de contar con dinero es Castilla y León, como ya lo han hecho la Comunidad Valenciana y las demás comunidades autorizadas.
Es bueno aclarar que Castilla y León es una de las pocas comunidades que pueden llamárselas saneadas, pero no obstante eso igualmente debió salir a optar por el pago de tipos de interés para lograr financiación.
Su última emisión de deuda representó una cuantía por un total de 60 millones de euros en bonos a 5 años bajo un interés del 4,75% anual.
Dicha emisión de bonos patrióticos, tiene fecha a 16 de Mayo, cuenta con la suscripción del Deutsche Bank, que ofrece a través de su red los bonos de Castilla y León dirigido al mercado minorista.
Respecto al coste Castilla y León llega a ser de 14,2 millones de euros por intereses, es decir 2.850.000 euros para cada uno de los 5 años entre 2012 a 2016, además de 3,03 millones por gastos y comisiones, y otros 60 millones de euros de principal, los que serán devueltos en 2016.
Castilla y León posee una capacidad de emisión por 1.250 millones de deuda para 2011, ya que el 9 de Abril el Consejo de Ministros dio luz verde a la Junta que recurra para obtener en el mercado unos 893,8 millones que corresponden al último tramo de endeudamiento que es con cargo al déficit de 2010, siendo las amortizaciones a corto plazo correspondientes a 2010 y emisiones a largo plazo durante el presente año.
Aún resta decidir si para obtener la financiación que se precisa será con la fórmula de emisiones de deuda, debido a los altos intereses que pagan en los mercados internacionales, o quizás mediante convenios bilaterales con entidades de crédito.