Grandes cambios se avecinan en Europa tras el estallido de la crisis de Grecia. Después de lo ocurrido en el país helénico, vimos como se caía a pedazos Irlanda, donde los gobiernos de ambas naciones, como también lo hacían los de España y Portugal, grupo conocido como los PIGS, comenzaron a buscar serias y graves medidas para mejorar sus finanzas y reducir su déficit público.
Portugal, ha sido un pionero en los problemas. Si bien no fue el que desató la desconfianza en los PIGS, su congelación de los salarios de los empleados públicos y de las pensiones hasta el 2013, así como aplicar un impuesto especial sobre las pensiones superiores a 1,500 euros mensuales se consagraron como algunas de las medidas que habrá de aplicar el próximo gobierno de Portugal que gane de las elecciones del 5 de junio. Drásticas por donde se las mire, pero son el único remedio que encontraron a años de malas gestiones. Como siempre, el pueblo es quien la paga.
La meta es lejana, y parece inalcanzable dado que se busca reducir el déficit público hasta 3% del PIB en el 2013, desde 9.1 % en que cerró en el 2010.
Pero nada será gratuito para Portugal, dado que tuvo que someterse, tras el rescate del Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea, a serios recortes en rentas e inversión pública, así como adoptar reformas laborales, educativas y de pensiones.
Por otro lado, la I de los PIGS, Irlanda, acordó un ajuste de 15,000 millones de euros para 2011, dentro de lo que será un plan de 15,000 millones de euros anuales de aquí al 2014. Se calcula que con estas ayudas se permitirá reducir el déficit público de 32% del PIB a 3% dentro de tres años. Otra meta bastante lejana y utópica a mi gusto, pero los «economistas son los que saben» y así nos ha ido.
En noviembre 2010 se confirmaba el rescate, y a continuación de ello el Parlamento aprobó un recorte al número de diputados, la reducción de salarios del Legislativo, gastos y pensiones. Además de ello, apoyó la medida con bajas voluntarias que significarán recortes de entre 23,000 y 28,000 empleos público en tres años.
Grecia… ¡¿Qué podemos decir de Grecia?! El detonante mayor de la desconfianza en la zona euro. La posibilidad de ruptura tras largos años de relación en la región, y los problemas financieros que nunca acaban, son un conjunto de palabrerío que ha llenado la tapa de los periódicos de los últimos días. El 2 de mayo se cumplió un año del rescate griego. Ahora, la Unión Europea dijo que están negociando un segundo plan de ayuda para el país. No puede levantar cabeza, aunque le fluya dinero de todas partes.
Entre las medidas de ajuste, se incluyeron:
- Impuestos al tabaco
- Impuestos al alcohol
- Impuestos al consumo general
- Recortes salariales
- Ampliación de la edad de jubilación
- Recorte a gastos operativos de la burocracia
- Reducción de gastos en sectores sanitarios
- Recortes en la defensa
El último en la lista, España. José Luis Rodríguez Zapatero dio un giro de 180 grados en su política económica para hacer frente a la crisis. En este sentido, ahora sufriremos una reducción de gastos de 50,000 millones para bajar el déficit hasta 9.3% del PIB, que actualmente se encuentra en 11.3%.
Asimismo, nos afectarán también reformas estructurales: de índole laboral que se aprobó por decreto, y la de pensiones, que pasó en las cámaras por consenso.
Imagen: Financialred