Todo el que se haga llamar emprendedor, de seguro que es amante de la aventura, busca enfrentar grandes retos que definen la vida de su negocio. Por ello, los errores pueden ser fatales para el futuro de su empresa.
Una característica de los emprendedores es la pasión por los retos y el descubrimiento de nuevos caminos. A su vez, buscarán cada día conquistar una meta. Esto es lo que resume tanto a un emprendedor como a un aventurero, que en realidad, son similares en distintos planos de la vida.
Entre los principales obstáculos a los que se enfrentan muchos emprendedores se destacan el de trabajar en familia, encontrar el local indicado para el negocio, definir la imagen de la emprea y del producto, y enfrentar la competencia.
Los emprendedores deben enfrentarse a siete retos para llegar a la cima, los cuales son:
- Vivir con incertidumbre constante
- Estar preparados para tomar riesgos
- Gestionar la relación entre el éxito y el fracaso
- Tener la intuición necesaria
- Ser muy ambicioso
- Entender que la soledad formará parte esencial del viaje en muchas ocasiones
- Contar con buena suerte como aliada
Siempre que un empresario entre en el sistema, no saldrá nunca, y deberá amoldarse a cumplir con estos retos. Destacamos por ejemplo, el caso de la incertidumbre. Los negocios hoy en día, se llevan a cabo de forma veloz, ágil, y cambiante. Por lo cual, siempre existe la posibilidad de lo que es un emprendimiento seguro, se transforme en la ruina, o viceversa.
En cuanto a los riesgos, ya por hacernos llamar «empresarios» debemos estar preparados para sortear cualquier tipo de riesgos, y aceptar a aquellos que son necesarios en el giro habitual del negocio. Por otra parte, tendremos que tener en claro que no siempre ganaremos, y por eso es buscar la mejor combinación entre éxito y fracaso, tratando de minimizar estos últimos.
La intuición y la ambición son las siguientes características que no pueden estar ausentes en los empresarios. La intuición es la capacidad que tienen algunas personas de predecir eventos, cambios, ciclos, o bien, tendencias del mercado. Claro, con predecirlas o sentir que es posible que sucedan, si estas ocurren, no es suficiente, dado que hay que apostar el todo por el todo a nuestras intuiciones para sacar rédito de las mismas. De nada sirve decir: «la demanda aumentará un 50%» y luego no aumentar nuestra producción para satisfacerla.
Por el lado de la ambición, va de la mano con el ejemplo recién mencionado. Una postura ambiciosa, sabiendo que la demanda aumentará un 50%, podremos intentar buscar un mercado mayor con otros productos o ver una veta de negocio paralelo para hacer que esa demanda se transforme en un incremento del 70 o más por ciento. Si estamos faltos de ambición, de seguro que nuestras previsiones serán a la baja…
Para dar un cierre a este artículo, debemos saber que la soledad en nuestro camino no siempre es mala, aunque sólo veremos una cara de la moneda. Es necesario, muchas veces, contar con consejos desde otros puntos de vista. Asimismo, tener suerte no nos asegurará nada en cuanto al éxito, si es que no sabemos aprovecharla.
En fin, los emprendedores no son solamente ideadores y creadores de negocios, sino que son aventureros que buscarán sobrepasar distintos obstáculos para lograr cometer sus objetivos de negocio.
Imagen: Financialred