Después de unas sesiones de enorme pesimismo se ha pasado a lo contrario. Los mercados han recortado con fuerza después de que Donald Kohn, el vicepresidente de la Reserva Federal, animara las esperanzas de un recorte en los tipos de interés en el mes de diciembre, y a esto hay que sumar la bajada de los precios del petróleo. El sector bancario y financiero repuntó ayer con fuerza al entender que la FED actuará con la flexibilidad adecuada y perfecta conciencia de que la crisis financiera puede afectar a la economía lo que es una muy buena señal para los mercados. El espectacular cebollazo de Citigroup subiendo un 6,7% se produjo también en otros valores del sector.
La caída del crudo ha aliviado las dudas sobre el sector detallista e industrial. General Electric, General Motors, Wal-Mart o Intel experimentaron fuertes subidas ayer. Incluso las financieras hipotecarias experimentaron subidas importantes. Incluso se produjeron comentarios de que lo peor de la crisis podría haber pasado.
La cuestión ahora, a mi modo de ver, tiene varias lecturas. En primer término saber si la corrección bursátil ha finalizado. Los comentarios que se pueden leer de los analistas e inversores son, ahora, muy optimistas y ayer mismo eran todo lo contrario. Sí que es cierto de que parecía que el suelo estaba por aquí y así ha sido, aunque fallar en estos casos es lo más fácil. Por otra parte el hecho de que la FED vaya a actuar no es algo nuevo. Si algo caracteriza a la autoridad monetaria norteamericana es la agilidad envidiable y la sintonía con los mercados. No parece que sea un factor nuevo. Tenemos también la pequeña caída del petróleo que no es significativa, solamente es una pequeña corrección normal en cualquier mercancía en fuerte tendencia. Parecen desproporcionados los comentarios acerca de que lo peor de la crisis queda atrás. Las turbulencias en los mercados de deuda han sido terribles, y con fenómenos desconocidos en la historia. Por otra parte que poco a poco se recupere la liquidez no quiere decir que vayamos a tener de nuevo unos mercados de deuda como los de hace un año, en absoluto.
Todos los factores no implican que las bolsas vayan a caer, es decir, parece difícil que las bolsas vayan a experimentar un latigazo al estilo del 97, pero sí es cierto que no hay nada nuevo bajo el Sol salvo un repunte que confirma la posibilidad de un suelo en la corrección.
Petróleo petróleo petróleo
A lo mejor es muy primario, pero en la crisis del 78 la OPEP aprendió una cosa y es que las economías occidentales reaccionan con una menor dependencia al crudo si los precios son persistentemente altos, con lo que conviene cuidarse mucho de apretar las tuercas en exceso. Por encima de 70, 80 o 100 dólares el brent el efecto sustitución empieza a funcionar, llámese biodiesel, bioalcohol, eólicas o lo que se invente. Muy probablemente el rally al alza no es deseado por los bienpensantes de la OPEP (que no se si son mayoría). Otra cosa es la presencia de unos clientes nuevos en el mercado: China e India, que pueden calmar a aquellos que piensan que una economía menos dependiente no va a afectar tanto, entonces, San Paramí que los santos no comen y con el petróleo a 100 estupendo. Pero es que el petróleo a 100 desestabiliza. Venezuela nada en dinero que va a aventurillas revolucionarias caribeñas y también va a centrifugadoras de plutonio, aceleradores de partículas y programas de misiles intercontinentales. El cocktail es explosivo. Estas cuentas se las puede hacer cualquiera y la cuestión es que el petróleo a 100 no interesa. Por ello está incentivado doblemente una dependencia del crudo menor, pero ¿se está haciendo algo? Esa es la cuestión.