Si bien existe la Ley Antitabaco, hoy se da lo que muchos llaman la guerra del tabaco, y se da ante una segunda hola de rebajas de los precios de las marcas de Philip Morris en tan solo algo menos que dos semanas lo que viene generando esta guerra de precios del tabaco.
Desde ahora aquellos que sean adeptos a las cajetillas de tabaco de las marcas de:
-Philip Morris, las encontrarán más baratas. Ya había rebajado en 5 céntimos las cajetillas de L&M y mantuvo los de Marlboro.
-Marlboro rebaja sus precio pasando de los 4.25€ a los 4€.
-Chesterfield de 4€ a 3,70€.
-L&M pasa su precio de 3,60€ a 3,40€.
Desde el sector señalan que esta rebaja de precios se da a partir de bajada de precios de los principales rivales del sector de Philip Morris Spain.
Entre los que se encuentran: Imperial Tobacco (Altadis), y British American Tobacco (BAT). Estas dos últimas redujeron sus precios tras la primera reducción de Phlip Morris.
Por ejemplo Altadis lo bajó en 15 céntimos en “Fortuna y Nobel” y los demás en 10 céntimos en “Ducados”. Mientras que, BAT, redujo “Lucky Strike”, en 15 céntimos, y a “Pall Mall”, en 20 céntimos de euros.
Dentro del sector de las tabacaleras no se da el mejor momento por cierto debido a una subida de impuestos especiales además de ser la segunda vez en 3 años junto a la reciente y nueva ley del tabaco.
A todo esto y con la Ley Antitabaco ha generado que el sector sufra una fuerte caída en las ventas de cigarrillos del 24,86% durante el primer trimestre del año.
Desde las tabacaleras sostienen que es una presión que no se nota de parte del Gobierno para modificar el sistema impositivo del tabaco en España.
Aunque habrá que ver hasta dónde puede ser verdad ya que ante esta reducción en los precios del tabaco Hacienda recaudará mucho menos por este concepto.
Ante esto hay que aclarar el sistema actual de tributación sobre el tabaco. Existe una presión fiscal sobre el tabaco impuesta mayormente en y proporción en el precio de venta más que en la cantidad de tabaco.
Por ejemplo si tomamos una cajetilla, junto al IVA debe de soportar, dos impuestos como el tributo específico, el que se elevó ha de 10,2€ a 12,7€ por cada mil cigarrillos. El otro impuesto es el ad valorem, significa el 57% del precio de venta al público.
Por lo que como conclusión desde las tabacaleras remarcan que el actual sistema tira atrás posibles subidas de precios debido a una parte mayor se va al impuesto y no para el productor. Es por ello que existe un mayor incentivos para la bajada de precios al incluso poder obtener una mayor cuota de mercado.
Otro mal que por si no fuera poco los impuestos es el fuerte nivel de tráfico ilegal entre los que se incluye contrabando y falsificaciones.
Por otro lado existe un impuesto mínimo, con el que se evita que las marcas de tabaco baratas puedan ser demasiado accesibles, y en especial haciendo hincapié en los jóvenes.
Ya durante la reforma todas las marcas deben de pagar a Hacienda un impuesto mínimo 116,9€ por cada mil cigarrillos vendidos, una de las causas por la que el sector se muestra descontento lo que haría a alguna de las marcas a replantearse el mercado español. Además de existir la queja que con la bajada de precios estas se les reducirá sus márgenes de ganancias.
Además de que el Gobierno con esta subida de impuestos lo que busca es poder llevarse una recaudación por 780 millones de euros extras. A todo esto, otro de los que sufrirán serán los clásicos estanqueros que se les reducirá considerablemente sus ingresos.
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