La crisis internacional y el auge de las automotrices asiaticas ha llevado al grupo automovilístico General Motors ha presentarse en bancarrota. Por lo tanto, este gigante presentó ante un tribunal de Nueva York la solicitud para acogerse al capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos.
La situación actual de GM se ha transformado en mayor suspensión de pagos de una empresa industrial en la historia, con un pasivo de 172.810 millones de dólares (122.500 millones de euros). Para tomar noción de lo que representa esta megacorporación con más de un siglo de vida, cuenta con 230.000 empleados en todo el mundo y fabrica más de 20.000 coches cada día.
General Motors, después de la suspensión de pagos, abre un proceso para la cesión de sus activos en Estados Unidos a una nueva sociedad, pero con una particularidad, el Tesoro de los EEUU tendrá la mayor parte del capital (72,5%). Además, participará un fondo de los trabajadores y los acreedores de la corporación.
Sin embargo, del otro lado del Atlántico, el concurso de acreedores no afectará de forma directa a las actividades en Europa. Esto se debe por el acuerdo alcanzado para la cesión de los activos a la firma Adam Opel y el principio de acuerdo alcanzado con Alemania para la entrada de la canadiense Magna en la filial germana.
En lo que respecta a la financiera de GM, no se ha acogido al concurso de acreedores y en lo que respecta a Chrysler, el juez de su quiebra ha aprobado su venta a la italiana Fiat, por 1.418 millones de euros (esto le permitiría salir del concurso de acreedores).
