La retirada de efectivo en cajeros: cada vez más cara

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Es evidente que cada día la vida se torna más cara. A los vaivenes inflacionarios y el disparo del euro frente al dólar, todo tiende a subir los precios.

Hoy la vida es más cara que un año atrás, y es una tendencia, que no solo se palpa en España, sino que se evidencia en el resto del mundo.

Y si hablamos de suba de precios, no podía estar ajena a esta cuestión, el simple retiro de dinero en los cajeros, una práctica que mucha gente no utiliza con criterio.

Según las nuevas muestras estadísticas, la extracción de dinero de un cajero automático del mismo sistema (4B, Euro6000 o Servired) para obtener efectivo resulta hoy un 22,2% más caro que hace casi un año. Las entidades financieras han pasado de cobrar 0,54 euros en diciembre de 2006 a aplicar ahora 0,66 euros por retirar dinero con la tarjeta de débito. A pesar del alza, esta tarifa resulta más económica que acudir a una plataforma diferente.

En ese caso, el precio mínimo que llega a desembolsar el cliente asciende a 2,61 euros frente a los 2,54 euros de diciembre de 2006.

Sin embargo, la tendencia que año tras año asciende con mayor énfasis es la extracción de billetes en el extranjero, perfilándose como la operativa más cara. Cuesta 2,78 euros, pese a la leve subida -del 1,8%- registrada hasta el mes de noviembre.

Según las tarifas publicadas por el Banco de España en el Portal del Cliente, estos importes se disparan cuando el cliente utiliza la tarjeta de crédito. Bancos y cajas cobran como mínimo 2,18 euros, un 1,8% más que hace once meses, por sacar dinero en el propio banco, una cifra que supone cuadriplicar el coste de retirar con tarjeta de débito.

Además, de la subida de las comisiones de tarjeta, las transferencias en propia plaza también experimentan un incremento del 13% durante el año 2007.

Hoy la ecuación es directamente proporcional, a mayor calidad de vida, mayores costos.