El estado del sistema financiero español está en serios problemas, según afirmaciones de expertos de la firma Pricewaterhouse Coopers (PWC) que sostienen que se necesitarán invertir de un 2% hasta un 6% del PBI, que traducido en euros serían de unos 25.000 millones a unos 70.000 millones, para poder recapitalizar el sistema financiero durante el 2009.
Uno de los problemas que afronta el sistema es la creciente tasa de morosidad y que puede llegar a eliminar la provisión genérica acumulada y tener un fuerte golpe en los resultados de este ejercicio. A pesar de ello PWC estima que el sistema financiero de España tiene una mejor capacidad de resistencia que la de otros países.
Para justificar este pensamiento, los expertos se basan en cinco factores:
- mayor peso de la banca minorista en España
- poca exposición de las entidades del país a complejos instrumentos y a vehículos de titulización fuera de balance
- provisiones anticíclicas hechas durante el período de expansión
- menor grado de apalancamiento con respecto a entidades extranjeras
- fuerte presencia en cantidad de la banca española en sectores económicos de EEUU y la propia Europa.
Existen varios aspectos que inciden negativamente sobre al cartera de crédito de entidades y sobre las cuentas de resultados como el alto impacto de la crisis que ya lleva dos años de duración y el incremento de la tasa de paro en el país.
Según estima PWC la morosidad de las entidades del sector financiero en diciembre de este 2009 puede llegar al 7% y 8%, mientras que en marzo de este año llegó a 4,27% (casi cuatro veces que lo registrado en la misma fecha en 2008).
Se estima que en los años por venir habrá una menor oferta de préstamos a causa de la baja en los índices de endeudamiento a nivel familiar y compañías a un nivel más sostenible, esto hace estimar que hay una sobrecapacidad de un 30%.
Igualmente para PWC el sistema bancario de España tiene un nivel sólido, sin embargo se deben realizar reformas y tomar medidas, que si no se llevan a cabo, pueden incidir si se refleja un crecimiento en el nivel de morosidad.
Distintas posiciones tienen los titulares de las asociaciones de bancos y de cajas. Donde los primeros solicitan que no se les entregue dinero a entidades que no tengan posibilidades reales de salir adelante y las asociaciones de cajas que requieren que se destinen fondos públicos sólo para salvar entidades que realmente están en una crisis profunda.