La verdad es que es agradable comprobar como en un escenario de volatilidad y de incertidumbres todavía hay un organismo que pone algo de coherencia a esto de la economía y coloca las prioridades en el orden correcto, empezando por el crecimiento, del que depende todo lo demás, y preocupándose menos por otras variables de menor calado.
Y es que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunció tras su reunión de ayer que hasta 2013 los tipos de interés en Estados Unidos se mantendrían entre el 0% y el 0,25%, con el objetivo de fomentar el crecimiento económico y la creación de empleo, las dos grandes lacras de la sociedad estadounidense.
Porque el verdadero temor de la entidad es la llegada de la recesión, que sigue amenazando a las economías desarrolladas a pesar de que ya llevamos cuatro años de crisis, sin que nadie sea capaz de lanzar una propuesta más o menos inteligente que pueda ayudarnos a salir de ésta.
Bien haría el Banco Central Europeo en aprender de sus colegas estadounidenses y dejar la letra de sus estatutos para la literatura y buscar el espíritu de los mismos, porque de poco nos sirve a los europeos el tener un organismo de supervisión financiera superfluo y que no aporta nada a la economía real.
Mientras que al otro lado del charco la Fed se preocupa por el crecimiento y baja los tipos de interés, aquí, dentro de la zona Euro, el Banco Central Europeo se preocupa por la inflación, condenando el crecimiento, y sigue subiendo los tipos de interés.