Hungria se une al grupo de países que en esta semana le han rebajado sus notas, una de las agencias de rating que actuó en consecuencia ha sido Moody’s que rebaja la nota de Hungría hasta ubicarla en bono basura.
Moody’s, agencia de calificación decidió degradarle la nota crediticia de Hungría ya que ha crecido la incertidumbre respecto a la capacidad del gobierno húngaro de lograr cumplir con los objetivos fiscales.
Hay que sumarle el alto volumen de deuda pública que posee, no solo eso también cuenta negativamente las perspectivas sobre el débil crecimiento y el hecho que el gobierno de Hungría tuviera que recurrir a la ayuda al Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europeas (CE) no es un rescate pero si un reconocimiento de que necesita de dinero.
La solicitud de Hungría de ayuda al FMI y la Comisión Europea despiertan las dudas sobre la capacidad del gobierno y también trajo como consecuencia la rebaja de la nota de su deuda un escalón quedando bajo la calificación de la calidad de no inversión o como se entiende bono basura por parte de la agencia calificadora de riesgo Moody’s.
Anteriormente se había conocido que Standard & Poor’s, previno a Hungría que podría sufrir una rebaja de su nota crediticia.
A todo esto, el Ministerio de Economía de Hungría ya se sinceró al señalar que la crisis de la Eurozona está trayendo dificultades en la financiación de Hungría en los mercados, esta ha sido la principal causa por la que el gobierno húngaro debió recurrir a pedirle ayuda económica a la Unión Europea y al FMI.
Esta ayuda consiste en un acuerdo de nuevo tipo y han aclarado que no se trata de un préstamo, más bien debe entenderse como un seguro, que permite aumentar la seguridad en las inversiones que se hagan en Hungría además de no sacudir más de lo que están a los los mercados que reaccionan con extremo nerviosismo y volatilidad.
Las principales agencias de calificación decidieron ubicar la deuda de Hungria a largo plazo muy cerca de la nota que significa bono basura. Moody’s optó por una dura nota y no la recibió para nada bien el Gobierno húngaro, que cree que es un ataque especulativo.
Como sea las principales agencias calificadoras desconfían que el Gobierno local posea capacidad que se requiere para poder achicar sus actuales altos niveles de déficit y deuda pública.
El Gobierno de Hungria tiene que cumplir con la promesa de llegar al 3% de déficit para el año 2012.
Los números dicen que la deuda pública de Hungría, ha crecido suficiente y las medidas impuestas no dan resultado, se ubica en el 82% del PIB, a partir de la caída del valor del florín su moneda.