Una vez más nos dejamos llevar por las noticias oficiales y dejamos las estadísticas y variables lejanas de la realidad, cuando lo que tenemos delante de nuestros ojos es un tan cristalino alza como un manantial.
La tasa de inflación subió en España hasta el 2,7% durante el mes de agosto, lo que supone una subida de cinco décimas con respecto al 2,2%
La subida de los precios de los carburantes, con el coste de la gasolina y el gasóleo en máximos históricos, es la principal causa del importante repunte del dato, según el INE.
¿Hace falta que recuerde la tan sensible y suave es la situación de la mayoría de empresas de España? ¿O hace falta que recuerde al energúmeno que entra por la puerta de atrás?: Ese, tan olvidado. índice inter-anual. A ratos invisible, pero hoy más que nunca hace mella superándose por más de un punto a la media de la UE.
Menor poder adquisitivo de personas físicas es lo que podemos ver, lo que sin duda repercutirá de forma negativa sobre las pymes y autónomos, los cuales no tienen fácil repercutir la diferencia del nuevo IVA sumado a la imperante inflación.
O aplicar un sobrecoste a sus productos, todo cabe.
Qué extraño, me acabo de acordar de que los tipos marginales del IRPF llevan congelados desde 2008, pero, ¿quién compararía un sueldo de esa época con el actual?
Sí, algo no estamos haciendo bien y lo que es peor no nos damos o no queremos darnos cuenta. La E.P.A. registra en el primer trimestre del año 465 mil parados más que en el último trimestre del año anterior. La retracción del P.I.B. de 2012 se estima en -1,7%, y para 2013 un -1,2%. El I.P.C a 2,7% mientras la tasa de inflación subyacente es del 1,1%. El euribor está tocando mínimos históricos por debajo del 0,75%. Es decir, estamos en recesión, destruyendo empleo, con una inflación moderada y tipos de interés bajos. La receta empleada hasta la fecha basa su potencial eficacia en la moderación salarial y el aumento impositivo. Lo que se traduce en una disminución de la renta disponible. Todo ello con objeto de reducir los costes laborales, aumentar la competitividad, mejorar las exportaciones y equilibrar las cuentas públicas. Pero algo está fallando.
Sin embargo, el Gobierno estima una inflación del 1,4% para cerrar 2012. El Ejecutivo podría tener que pagar en noviembre una factura cercana a 4.000 millones de euros para compensar la pérdida de poder adquisitivo de las pensiones. El Ministerio de Economía cree que eso no ocurrirá porque los precios bajarán a niveles en el entorno del 1,4%. ¿Estoy avanzando la próxima reforma o debo pedir disculpas por adelantarme?
Sin embargo, vivimos deflación en otros ‘sectores’.
@TroikaEconomica