La reforma laboral no era bien vista ni antes de aprobarla y menos al ponersela en marcha y seguramente los sindicatos y partidos de la oposición no se ven sorprendidos de ver los resultados desastrosos y empeorados de la aplicación de la reforma laboral. Ya unieron sus voces los laboralistas y sindicatos coinciden criticando a los cuatro vientos la reforma laboral que no hace más que o subir el paro o al menos no ser la fórmula para frenarlo.
Viendo los dos datos del que fue el primer semestre de la reforma laboral claramente dejan ver que los efectos no son nada buenos y hay poco positivo que rescatar y claro el dedo apunta a Rajoy y su Ejecutivo además de las medidas de ajustes y recortes y la subida del IVA.
No se cumple ni de mínimas los principales objetivos que son el reducir por ejemplo la diferencia que se da entre los fijos y los temporales, además de que tampoco cumple con las medidas alternativas al despido. Por si fuera poco los contratos fijos vienen cayendo un 6%, además de la importancia en el mercado laboral también cae. Incluso la reforma laboral tampoco logró torcerle el brazo a los empresarios como en el caso de los ERE.
Ya pasaron unos 6 meses y se comienzan a hacer los balances sobre la reforma laboral de parte de los Laboristas y los sindicatos, como el sindicato UGT y,Sagardoy Abogados, de los principales bufetes laboralistas encargado de dar asesoría a empresas en esta materia. La conclusión es que la reforma laboral no levanta cabeza al empleo respecto a los principales objetivos marcados.
Una de los aspectos más negativos es el no haber logrado impulsar la contratación indefinida como tampoco hace mella en las medidas de contención de costes que son una alternativas al despido laboral.
Entre los experimentos fallidos del Gobierno está el de reducir la temporalidad, en cuanto a la diferencia del coste del despido de los contratos temporales y los contratos fijos abaratando el coste de los contratos indefinidos pasando de los 45 a los 33 días. Así como la medida sobre la calificación de despido procedente por causas económicas -despido a 20 días-.
Desde el Gobierno se justifica el éxito de este punto de la reforma en el hecho de que los afectados por ERE de suspensión de empleo crecieron un 58% y los de reducción un 38%, lo que supone más que duplicar y triplicar lo que crecieron los afectados por despidos colectivos (que aumentaron un 15,2%). Pero también Sagardoy echa por tierra este argumento al puntualizar que «tampoco ha variado de forma relevante la manera en la que los empresarios deciden llevar a cabo sus ajustes». Esto es, que el patrón de crecimiento de un tipo y otro de ERE viene a ser el mismo que antes de la reforma.
Ni que hablar de los contratos fijos de emprendedores en empresas de menos de 50 trabajadores y con un periodo de prueba de 1 año, en el que el despido es gratuito. Han sido más de 50.000, el 0,7% entre todos los contratos, siendo 1 de 10 nuevos contratos fijos.
Otra meddia fue la de suprimir la autorización administrativa para los expedientes de regulación de empleo (ERE), dándole más poder de decidir a los empresarios. El fracaso sobresale en lo que hace a la contratación, así vistos entre Marzo y Julio la contratación indefinida fue el 8% del total y en caída. Destacan y siempre tomándolo con pinzas la ralentización de pérdida de peso de los contratos fijos si se toma a partir del año 2008, es de lo poco a rescatar.
Otro dato sobre contratos indefinidos totales tomando las conversiones y los iniciales, también cayeron un (5,8%) tomando similar periodo de 2011, mientras que, las conversiones caen un 14% y los iniciales en cambio suben un (0,5%).
Los expedientes de regulación de empleo (ERE) tampoco dan en el clavo con los empresarios y no han logrado que se eleven la suspensión o reducción de jornada ya que se siguen eligiendo los despidos y así es que fracasa en aprte la reforma laboral.
Fuente: Cincodias
Imagen: http://negocios.uncomo.com