A Standars & Poors parece ser que le gusta el nuevo dicho que susurra por nuestras inquietantes fronteras: «África acaba en los Pirineos».
La agencia de calificación crediticia ha ratificado y cifrado la solvencia a largo plazo de Marruecos, situada en ‘BBB-‘, rozando el bono basura. Qué curioso, justo la misma solvencia otorgada a España, por el hachazo de 2 escalones en su rating.
Esto quiere decir, que a ojos de los mercados, España y Marruecos, poseen el mismo nivel de solvencia.
Pero si ahondamos mucho más, veremos que la economía marroquí se encuentra enfocada hacia la estabilidad, acompañado de un extenso crecimiento económico, moderados niveles de deuda (48,00% del PIB), así como una baja inflación (1,10%) y un relativamente bajo apalancamiento externo. Sin embargo, el déficit público de Marruecos es del 4% con respecto a su PIB, más de la mitad del español. Hay ciertas comparaciones sutiles entre si es merecido el rating o no. Pero noticias como las de Marruecos, que generará 50.000 empleos en energía solar movilizando inversiones de 12.350 millones de euros son atrayentes a ojos ajenos. Además que Marruecos cuenta con una tasa de paro del 9%, aunque sigue siendo elevada.
Aunque los últimos años los diversos gobiernos han seguido una política de diversificación económica, la agricultura que sólo representa el 14% del PIB, emplea al 43% de la población activa. En el 2009, aunque la crisis azotó a una parte del mundo, Marruecos consiguió un crecimiento del 5,0% gracias en parte al sobreproteccionismo de la banca marroquí y a los buenos resultados en el sector agrícola.
Comparado con España, con un nivel de deuda que empieza a preocupar (cercano al 90%) y una inflación que si siguiese el ritmo, empezaría a llenar las portadas de los periódicos con la tan preciada estanflación, de inflarse la prima de riesgo otra vez a niveles de 700 puntos básicos por encima de Alemania.
No obstante, S&P señala que la perspectiva ‘negativa’ sobre la calificación de Marruecos se data por una posible rebaja de ‘rating’, en caso extremos de que el déficit fiscal y cuenta corriente no se redujeran. Sin dilatar ambos países, si nos centramos en Marruecos, Mohamed VI ha reaccionado positivamente a la primavera árabe y ha conseguido un nivel de crecimiento apreciable para su geolocalización.
Mariano Rajoy colaborará con Marruecos en lo posible para avanzar. Además, ha subrayado que ambos países «mantienen lazos comerciales y económicos cada vez más estrechos, lo que se traduce en la creación de puestos de trabajo y en el impulso al crecimiento económico en ambos países».
Rajoy ha añadido que «la crisis ha aconsejado acentuar aún más la presencia de las empresas españolas en el exterior y afianzar en el mundo globalizado, y sorprende la enorme capacidad de adaptación de las mismas para reorientar sus relaciones comerciales, productivas e inversoras hacia otros países».
También se mantienen al mismo nivel que España y Marruecos, Croacia, Letonia e Islandia, aunque aún no ha habido decisión sobre estos países. Por encima, y a la espera de confirmación, están estados como Colombia y Perú.
Parecer ser que, literalmente, dejaremos de ser el sur de Europa.