Según Cheuvreux, grupo de analistas bajo el paraguas de Credit Agricole, España va a ser incapaz de cumplir con el déficit a pesar de la ayuda europea. Y todo esto teniendo en cuenta que las necesidades de refinanciación para el año que viene son de algo más que 200.000 millones de euros.
Para la filial de Credit Agricole no hay duda de que antes o después será necesario el rescate del país, y que el paquete del rescate inicialmente contemplará unas condiciones suaves que pronto se convertirán en un estricto programa de austeridad.
Condiciones similares a las implantadas en Portugal
Para Cheuvreux resulta inevitable que la troika termine imponiendo a España unas medidas de austeridad similares a las implantadas en Portugal. Así, se eliminará la revalorización de las pensiones, se volverá a elevar la edad de jubilación, se endurecerá aún más la reforma del mercado laboral, habrá nuevos impuestos y subidas de algunos ya existentes, y se procederá a realizar nuevas privatizaciones de empresas encuadradas en sectores sensibles.
Todas estas medidas, que afectan directamente al poder adquisitivo de los ciudadanos y al consumo, son medidas que ya se han tomado anteriormente en Portugal y en Grecia, y que pueden conducir a un escenario de autodestrucción si no se toman también otro tipo de medidas de desapalancamiento y en el sentido del crecimiento.
Problemas estructurales sin resolver
Para la filial de Credit Agricole, la gravedad de la situación que vive España va a empeorar en una gran medida ya que, a pesar de las medidas tomadas hasta el momento, se ha evitado abordar con seriedad los problemas estructurales del país.
Por ejemplo, España tiene el mayor ratio de políticos de toda la Unión Europea, con 300.000 políticos más que Alemania a pesar de este un país con el doble de extensión. Además el número de puestos políticos en empresas públicas es enorme, cifrándose en 130.000, y a pesar de ello todavía ni una sola de esas empresas ha sido cerrada.
Cheuvreux también advierte que el gasto del Estado ha aumentado hasta el 44% desde el 39% de hace unos pocos años. Además, el número de funcionarios es mayor ahora que en el año 2009, habiendo aumentado el número de trabajadores públicos en 2.467 personas durante el año 2011. España se encuentra, por lo tanto, con un sector público totalmente sobredimensionado que antes o después será objeto de revisión.
Crecimiento dañado más de lo esperado
Otra de las consecuencias de la batería de recortes aprobados durante estos últimos años es el daño producido sobre el consumo y sobre el crecimiento económico del país. Desde Cheuvreux aseguran que «los fundamentales de la economía española van a peor» y que «las políticas de austeridad tomadas hasta ahora han dañado el crecimiento más de lo esperado inicialmente».