En épocas de reajustes empresariales, cambios, planes de empleo y búsqueda de sobrevivir a las circunstancias económicas que estamos atravesando, muchos se preguntan si la responsabilidad social de las empresas se sigue implementando con la misma energía e importancia que antes de la crisis.
Lo que nos lleva a plantearnos cuál es el grado de responsabilidad social que actualmente están llevando a cabo las empresas españolas, dado que esta estrategia no tiene una incidencia en la rentabilidad de la empresa a corto plazo, lo que puede provocar que muchas empresas con problemas financieros desvíen sus recursos a otras partidas financieras. Lo que genera un dato alarmante, ya que está demostrado que son las empresas que fomentan la responsabilidad las que tienden a esa innovación y competitividad de la que tan deficitario esta nuestro tejido empresarial.
Lo cierto es que ahora y más que nunca con la crisis, es cuándo se hace vital apostar por la responsabilidad social. Las empresas necesitan crecer aumentando su competitividad y extendiéndose a nuevos mercados. Por su parte, cada vez hay más consumidores que están dispuestos a pagar más por un producto o servicio realizado por una empresa que fomente prácticas solidarias, medioambientales o socialmente responsables.
Por ello, hay cada vez más empresas que cotizan en el IBEX que hacen públicas sus prácticas de responsabilidad, pero su impulso en la pyme, a pesar de ser una práctica de adhesión voluntaria, debe ser crucial en el contexto actual, y más en un país como el nuestro en el que prácticamente el 99% de nuestro tejido empresarial esta formado por pymes.
La responsabilidad social empresarial tiene como objetivo la búsqueda de un equilibrio entre las dimensiones económica, social y ambiental de la empresa, mejorando de esta manera su competitividad y aumentando su valor añadido, de ahí la importancia de implementarla correctamente y colocarla en un lugar preferente entre las estrategias de gestión de las empresas. Esto explica la intención del gobierno de aprobar un plan que fomente la responsabilidad social en pymes, pues en épocas de crisis hay ciertas estrategias que no hay que descuidar y mucho menos si se trata de fomentar la competitividad de nuestras empresas.
¿Por qué es tan importante en época de crisis, la Responsabilidad Social de nuestras empresas?
En primer lugar, por que dado los actuales casos de fraude que hemos conocido por parte de algunas empresas, una comunicación veraz y transparente de la misma se hace vital en un clima de desconfianza, como el actual. También porque está demostrado que existe una correlación directa entre la inversión en nuevas tecnologías y el aumento de la competitividad y la eficiencia de la empresa. Además, no podemos olvidar el factor medioambiental, pues una política respetuosa con el medio ambiente dota de mayor valor añadido a la empresa y genera una imagen favorable de la misma.
Existen gran diversidad de maneras de ejercer la responsabilidad social, el enfoque dependerá de la empresa. Por ello encontramos numerosos ejemplos de prácticas de responsabilidad social empresarial tales como: colaborar y fomentar proyectos de acción social, preservar el medio ambiente, mediante un consumo eficiente, gestión de residuos y demás prácticas medioambientanles, motivando a los trabajadores, fomentando una comunicación transparente a todos los niveles de la empresa o llevando a cabo una política de prevención de riesgos que genere un clima de seguridad y protección.