Que prácticamente la mitad de los jóvenes españoles no encuentren empleo, es uno de los grandes males de nuestro país, problema que sin duda, tendrá consecuencias en un futuro no muy lejano. Por ello, la urgencia para buscar solución a esta lacra es evidente, pero las propuestas que llegan desde algunos sectores parecen dar palos de ciego y ya no sólo no encontrar una solución viable, si no empeorar las condiciones de miles de jóvenes precarizando aún más si se puede sus derechos laborales.
La creación de un nuevo contrato para jóvenes podría ser una posible solución, pero sí el mismo pasa por fijarse en el salario mínimo interprofesional (SMI), actualmente en 645,30 euros mensuales, como sueldo base, parece que más que solucionar tiende a empobrecer y a precarizar a este sector de la población.
El nuevo contrato para jóvenes propuesto por la patronal
La propuesta para crear esta nueva modalidad de contrato para jóvenes la ha realizado el presidente de Cepyme y vicepresidente dela CEOE, Jesús Terciado, según el cual, los jóvenes cobrarían un sueldo base de 645,30 euros mensuales, el cual iría mejorándose en función de la formación y el tiempo de permanencia en la empresa del jóven, pero sin concretar, eso sí, durante cuanto tiempo se mantendría dicha situación.
Por su parte, la Unión Sindical Obrera (USO), ya ha rechazado esta propuesta realizada por Jesús Terciado, por considerar que precariza aún más el empleo de los jóvenes. Al igual que han manifestado UGT y CC.OO su rechazo, los cuales han negado que se esté negociando la creación de tal contrato, al considerar que aumentará la brecha salarial entre jóvenes y el resto de trabajadores y ser discriminatorio.
El Gobierno también ha hecho lo propio y se ha desmarcado de esta propuesta, pues han negado igualmente cualquier tipo de negociación sobre el mismo con la patronal.
No olvidemos que el salario mínimo es un referente y no una base que pueda considerarse fuera de un convenio colectivo. Es decir, es posible firmar un contrato con un sueldo equivalente al salarió mínimo 645,30 euros mensuales, pero normalmente, habrá un convenio colectivo o de empresa que haya establecido uno mayor.
Solo hay que evaluar el contexto económico para rechazar ese contrato, pues se supone que el joven debe pagar alquiler y hacer frente a la subida de impuestos, al encarecimiento generalizado de todos los bienes y servicios y a una disminución de los ingresos que seguramente entren mensualmente en su casa, con un salario mensual de menos de 700 euros, y debiendo trabajar toda la jornada laboral para ganarlos.
El desempleo juvenil, el aumento de tasas universitarias y malas soluciones a su situación, es lo que esta provocando, que los jóvenes, los que deben ser los emprendedores del mañana, tengan que emigrar cada vez más en busca de una oportunidad laboral al extranjero. Sí eres de los que todavía se lo esta planteando, te animamos a leer el siguiente artículo dónde encontrarás las claves para hacerlo adecuadamente. Trabajar o no en el extranjero, claves para decidir con éxito.
Podrás ampliar la información sobre la situación actual de los denominados ni-nis, a través del siguiente artículo: Ni-nis, un problema de difícil solución.