Luego de haber presentado las cuentas trimestrales al Consejo Administrador, las cajas de ahorro españolas han anunciado un incremento en sus resultados del 10.5% en el primer trimestre de 2008, si lo comparamos con el mismo periodo del año anterior.
Las cifras después de impuestos han llegado a 2.342 millones de euros, lo que refleja a las claras una situación, casi de privilegio, frente a la crisis financiera internacional.
Para arribar a estos números, las cajas han basado sus beneficios en el avance en todos sus márgenes de negocio y el crecimiento de los resultados de operaciones financieras.
El margen de intermediación se ha elevado un 9,4% (4.975 millones de euros), el ordinario se ha instalado en 7.073 millones (+10,7%) y el margen de explotación se ha situado en 3.776 millones ( +11%), con un moderado aumento de gastos generales.
Si bien los costes financieros (+49%) se han elevado más que los productos (+33%), la mejora en los márgenes se ha conseguido igualmente.
Además, los resultados de instrumentos de capital, es decir, los dividendos, han descendido un 11,4% en línea con la tendencia mantenida en todo el ejercicio anterior.
Por su parte, las comisiones netas han crecido un 1,3%, a un ritmo inferior al del balance medio con lo que el margen básico ha alcanzado los 6.230 millones, con un aumento del 7,7%; y la pérdida neta de deterioro de activos han sido de 1.054 millones de euros, un 48% más que en el mismo período del año anterior como consecuencia del aumento de los activos dudosos en este período.
A pesar de estos buenos resultados, dos puntos han arrojado malos indicios. La tasa de morosidad ha aumentado y se ha situado en el 1,22% y los fondos de inversión gestionados han sufrido un retroceso cercano al 12%.