¿Hasta el toreo está en crisis?

La industria de los toros está sufriendo la crisis como los demás sectores de la economía del país. El número de corridas se ha reducido un 40% en los últimos cinco años. Vicente Royuela, economista de la Universidad de Barcelona cifra el descenso de la actividad taurina, en Europa, en la mitad de hace diez años. El año pasado hubo menos de 2.000 espectáculos taurinos generales en España. Las plazas ya no se llenan, pero no parece que sea porque hayan cuajado las ideas antitaurinas de los grupos animalistas, aunque dejan notar su presión, sino más bien por la propia crisis económica. Por una parte los jóvenes no se interesan por la sangre de los toros en las plazas, ni en las más emblemáticas de Las Ventas en Madrid o de la Maestranza en Sevilla. Además, los precios son prohibitivos para ellos, y también para otros muchos, con la que está cayendo, ya que las entradas en taquilla, sin reventa, pueden costar hasta 150 €. Se puede obtener mucho ocio alternativo por ese precio.

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Los toreros emigran

Este bajón de la actividad de los toreros ha llevado a muchos de ellos a probar suerte en otros lugares, sobre todo en Sudamérica. Actualmente, en Perú está en auge, incluso a punto de saturación, según Dikey Fernández, autor de la Agenda Taurina, con toreros de primera fila, pero también, y sobre todo, con los que quieren labrarse un nombre y alcanzar fama internacional, para dar el salto a Europa: 60 el último año, el triple que antes.

Menos toreo pero más toros

Paradójicamente, hay más ganaderías. José María Almodóvar, representante del joven matador Oliva Soto, estima que entre Sevilla y la frontera con Portugal hay unas 70, y sólo tres o cuatro con solera: el resto son producto del boom del ladrillo que se ha vivido en España hasta hace pocos años. Adinerados de la otrora pujante industria de la construcción invirtieron su dinero en la crianza de toros bravos. Curiosamente, a pesar de haber menos corridas el número toreros registrados también ha aumentado: un 22% en cinco años. La industria taurina sufre una crisis interna que no conoce precedentes.