Después de todo lo que se especuló sobre la OPV de Loterías y Apuestas de Estado (LOE), la que se consideraba la mayor privatización de la historia, finalmente no llegó a buen puerto. El Gobierno decidió suspender la venta, debido a la infravaloración de los inversores, en unos 3000 millones de euros menos de lo que sería su valor.
Para ponernos en situación, el precio inicial que se calculaba que podrían pagar los inversores estaría en torno a los 20.000 y 24.000 euros. Pero independientemente de esto, el precio final de la OPV lo marcarán los propios inversores. El objetivo del gobierno con esta OPV, sería la reducción de la deuda. Mediante la colocación de 7.000 millones de euros entre los inversores. Aproximadamente un 40% iría destinado a los inversores institucionales, y el 60% restante a los inversores particulares. Fueron muchos los que querían influir o formar parte de esta gran operación, destacando asesores financieros, asesores jurídicos y bancos colaboradores.
Tras una reunión que mantuvieron los colaboradores con los inversores institucionales, la idea principal fue que nadie pagaría más de 18.000 millones de euros, por una empresa cuyo beneficio es de 3.000 millones de euros. Es decir, que el Estado perdería aproximadamente unos 3.000 millones de euros , en caso de seguir con la OPV.
Poco después, la banca española decidió reducir el valor de la emisión, para así evitar en la medida de lo posible una fuga de capitales. Inicialmente la oferta sería una venta del 30% de la LOE, y la sugerencia de los bancos fue una bajada al 20%.
Finalmente, después de tanto hablar sobre la que hubiera sido la mayor operación de salida a bolsa en la historia de España, no pudo ser. Las malas condiciones del mercado en general, no auguraban un precio y una colocación adecuados y favorables, pues dichos precios eran muy bajos.
Pero lo cierto es que parece que ahora las cosas están cambiando. A la última recaudación en España de unos 7.500 millones de euros en cinco días y las emisiones de bonos, tenemos que añadir la exitosa salida a bolsa de Royal Mail, el servicio de correos británico. Lo que nos indica un cambio en los mercados y la posibilidad de una «vuelta a empezar» en la salida a bolsa de la LOE o de AENA. La venta parcial de las empresas públicas, es una excelente vía para el ingreso de dinero por parte del Gobierno, teniendo en cuenta que ahora mismo los inversores sí estarían dispuestos a pagar lo que en su día no tenían intención de pagar.
Ahora que la economía europea ha salido de la recesión y con la prima de riesgo española por debajo de los 250 puntos básicos, parece que el escenario está cambiando. Teniendo en cuenta que las condiciones económicas de España con muy distintas a la de hace dos años y las bases de la salida a bolsa de la LOE están prácticamente hechas, no es de extrañar que la noticia de una nueva OPV de la LOE por parte del gobierno esté cerca.
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