La rentabilidad de los depósitos está por los suelos. No hay más que comprobar la evolución en los últimos dos meses de la oferta para darnos cuenta cómo todas las entidades han rebajado mucho sus remuneraciones. ¿Se puede en este contexto obtener más rendimiento de algún modo en los depósitos?
No es una pregunta sencilla, aunque la respuesta es que existen ciertas opciones que vamos a repasar a continuación. En cualquier caso como veremos se trata de cuestiones muy puntuales y que probablemente no se adapten a todos los perfiles de ahorrador.
En primer lugar lógicamente tenemos que ceñirnos a una cuestión que siempre sí importante pero hoy en día es básica, la comparativa.
El tradicional ahorrador en depósitos de hace 15 O 20 años apenas movía su capital entre entidades, la oferta de mercado era limitada, y además, era a partir de la negociación personal donde se obtenían los mejores rendimientos lo que llevaba a una suerte de fidelidad en el ahorro con las entidades. En la actualidad la comparativa se hace obligatoria ya que esas escasas décimas de diferencia entre las ofertas son precisamente las que marcan la distancia entre productos que aún puede resultar algo interesantes y los que no.
Por tanto la primera regla básica para obtener mayor rendimiento los depósitos es simple; mantenerse al día en la información de los mejores depósitos y la evolución de sus remuneraciones.