La crisis abierta en Ucrania, desde el punto de vista económico, no solo pone a prueba cuestiones como el suministro de gas ruso en dirección a Europa, también abre otros interrogantes como por ejemplo el posible impacto en la economía rusa de las sanciones.
La crisis abierta en Ucrania, desde el punto de vista económico, no solo pone a prueba cuestiones como el suministro de gas ruso en dirección a Europa, también abre otros interrogantes como por ejemplo el posible impacto en la economía rusa de las sanciones.
Sin entrar a valorar el impacto geopolítico del asunto, si resulta interesante analizar las consecuencias económicas sobre Rusia, pero también, cómo estás saltan del país y afecta al resto de mercados.
Si hacemos caso al secretario del tesoro estadounidense en un comunicado emitido recientemente, Estados Unidos entiende que efectivamente, la economía rusa se está acercando un punto muerto en buena medida a través de la caída de los activos financieros de base rusos; donde se ponen como dato referenciales dos elementos, por un lado la fuga de capitales que en los últimos meses ha superado a todo el año 2013, y por otro lado el crecimiento más que significativo de los costes de endeudamiento del país.
1 billon=1.000 millones
Simplificando los conceptos esto podría venir a decir que las inversiones rusos valen menos, algo que se puede reflejar en los principales mercados rusos que han sufrido este año de manera notable las rondas de sanciones iniciadas por la anexión rusa de Crimea y posteriormente por la escalada del conflicto con Ucrania… sin embargo en un análisis un poquito más profundo, desde Europa no se perciben las cosas igual que desde Estados Unidos.
De hecho, la sensación es que los mercados de renta variable rusos reaccionan más ante la posibilidad de la escalada del conflicto que ante los propios efectos de las sanciones; no significa por supuesto que no se sientan las sanciones, sino que tal vez sea más importante la sensación de lo que puede ocurrir a medio plazo que de lo que está ocurriendo en la actualidad, aunque, todo depende también de cuestiones que aún no han ocurrido pero parece que pueden ocurrir como el crecimiento de los costes de financiación.
El análisis de la fuga de capitales, es decir el movimiento de activos fuera del país, efectivamente ha crecido de manera exponencial en los últimos meses, sin embargo, no se puede atribuir el total de este problema ruso a las sanciones ya que, es uno de los problemas serios de la economía rusa en los últimos años.
Es decir, hay un crecimiento innegable de la fuga de capitales, pero, no se puede atribuir esta de manera exclusiva ni mucho menos a la aplicación de sanciones. Del mismo modo que cuando referíamos a los mercados de renta variable, en este caso prevalece lo que parece más miedo a las consecuencias que a la realidad, es decir, los inversores no desean encontrarse con un escenario de bloqueo económico duro a medio plazo y a medida que la posibilidad de que esto ocurra a aumenta la salida de activos crecerá de manera proporcional.
Otros elementos que se consideran relacionados son por ejemplo el gran aumento del coste básico para hacer negocios del país o la evolución del bono a 10 años y su encarecimiento directamente relacionado con lo anterior.
El resumen más adecuado a la vista de todo lo anterior es que tal vez, efectivamente, esté pesando más el miedo al aumento de la presión de las sanciones futuras que el efecto inmediato de las sanciones actuales que, aun produciendo daños, todavía no se perciben como excesivamente preocupantes en relación a lo que realmente puede llegar a ocurrir.
Realmente es asi?… por lo que es, desde hace 7 años están en crisis Europa y también E.E.U.U. y no se ve esas mismas señales en Rusia.