Uno de los mercados más importantes a nivel mundial es el del petróleo. La subida o bajada de precio de este producto, supone una fuerte repercusión en todos los países del mundo, tanto para los exportadores como para los importadores. Hay muchos tipos de petróleo, con diferentes características y calidades, aunque la mayoría de ellos toman como referencia el Brent.
Su cotización, se da en varios mercados, pudiendo destacar New York Mercantile Exchange (NYMEX), el International Petroleum Exchange (IPE) y el Singapore International Monetary Exchange (SIMEX).
El precio del barril de Brent está en los 80 dólares.
Es importante saber que este dato está en los mismos niveles que en 2010. Un precio bastante bajo, en comparación con los niveles máximos a los que ha llegado (115 dólares en junio 2014), sin duda una buena noticia para los importadores, pero no tan buena para los exportadores. A pesar de lo que muchos puedan pesar, la bajada del precio, no repercute de forma tan significativa en las gasolineras, por lo que los consumidores habituales de este recurso no notaremos gran diferencia.
¿A qué se debe esta bajada?
En primer lugar, hay que señalar una mejora en las técnicas de extracción, lo que supone un aumento de la producción, además de mayores exportaciones por parte de algunos países que destacan en este sector. Como no podía ser de otra manera EEUU, Libia o Irak. Aún así, el petróleo no es barato, ya que hemos visto en años previos a la crisis, niveles de hasta 36 dólares, pero sin duda muchos países salen beneficiados.
Lógicamente, los países importadores de petróleo, son los más beneficiados. Es el caso de España, que verá una reducción de más del 20% en su gasto en Brent. Europa en general es importadora, al igual que China o India. También se beneficiarán empresas, fábricas, y todos aquellos que utilizan este productos. Como dijimos antes, los conductores, no verán alterados los precios, en comparación con lo que ha bajado el Brent este año. Como sabemos, el precio de la gasolina de cada país, depende de las tasas que tienen establecidas, las que encarecen este bien en mayor proporción, además de lo que corresponde a la empresa distribuidora en cuestión.
Empresas petroleras, productores, nuevos productores, y por supuesto , los grandes exportadores de petróleo, pertenecientes a la OPEP, verán cómo sus ingresos se reducen significativamente. Por supuesto, aunque España sea importadora, las empresas petroleras españolas no están en ese bando, por lo que también se incluye en el grupo de los «perdedores».