Hoy, quienes hacen la diferencia con el resto son aquellos que tienen algo diferente que ofrecer, es decir que tener empresas innovadoras puede marcar un gran punto de partida.
Tal vez, esté allí la clave para poder despegar definitivamente y pegar el gran salto de calidad que ponga a España a la vanguardia.
Pero mientras algunos Estados invierten en nuevas tecnologías y profundizan la inversión en sectores nuevos, otros han perdido el tiempo.
Y según lo publicado por Eurostat recogido por el Instituto de Estudios Económicos (IEE), España es uno de los países con menos empresas que lanzan al mercado un producto nuevo o uno mejorado entre los 27 de la UE.
Por delante de nuestro país, sólo se encuentra Chipre. Pero además, España se encuentra dentro de un conjunto de nueve países que se sitúan por debajo de la media europea (35,9%), y no tienen un tejido empresarial innovador.
Paradójicamente, Bulgaria lidera el ranking con el 56,4% del total de empresas que realizan innovación, seguida de Suecia (52,4%), Luxemburgo (51,6%) y Finlandia (49,6%).
¿No será hora de despertar la conciencia empresarial que vea mas allá del horizonte rasado?, ¿estamos a tiempo de correr el árbol que nos tapa el bosque?
Preguntas que empresarios y políticos deberán responder.