Un nuevo giro ha sufrido la linea de bandera de Argentina. Tras varios pases de manos en los últimos años, Marsans ha terminado por cerrar un acuerdo con el Gobierno argentino para la venta de Aerolíneas Argentinas y la compañía de cabotaje Austral.
De esta manera la empresa turística traspasará su paquete de acciones (94,6%) al Estado argentino, tras un acuerdo de partes que culminará dentro de dos meses cuando se aporte toda la documentación administrativa y legal.
La compra del Estado de esta empresa se engloba en la estrategia de Cristina Fernández de Kirchner, y su marido, de nacionalizar aquellas compañías privatizadas la década pasada.
En el gobierno de Néstor Kirchner, Argentina «recuperó» el servicio de agua potable para la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, que estaba en manos de la francesa Suez, acusándola de no cumplir con los compromisos firmados.
Ahora, le ha tocado a la industria de la aviación, que no tiene un destino cierto de quien terminará gestionando y administrando sus vuelos.
En resumen este acuerdo entre las dos partes, el Estado argentino y la empresa Interinvest, controlante de Marsans, no tiene precio público, ya que recién dentro de unos 70 días, un consejo de transición con dos representantes del grupo español y tres del gobierno argentino, presentaran públicamente la documentación.
El Secretario de Transporte argentino sostuvo que el Estado buscará capitalizar la empresa y no descartó que, en un futuro, vuelva a manos privadas.
Estas declaraciones fueron emitidas, después de que un vocero de Marsans había oficializado la venta de la compañía aérea, y agregó que «estamos satisfechos por como ha concluido la operación”.
